A poco más de una semana para el clásico del Camp Nou, Iker Casillas mantiene su rebeldía por su estatus en el equipo de Carlo Ancelotti. El meta de Móstoles sigue sin aceptar su suplencia en Liga y vuelve a plantearse la salida del club en el mercado invernal si su situación sigue igual. "Quiero seguir en el Madrid, pero si en tres meses no juego me plantearé irme", afirmó ayer el capitán del Madrid.

Si hay algo en lo que coinciden Ancelotti y Casillas es en que el cambio en la portería entre Liga y Champions "es una anomalía". "La decisión del técnico es inusual, pero es un reto y voy a intentar superarlo porque quiero jugar más", declaró Iker. El meta dejó claro que sus prestaciones no están por debajo de las de Diego López, titular en Liga, y se ve con fuerzas suficientes como para seguir siendo el gran protagonista.

Casillas se rodeó de niños en un acto publicitario. Respondió a las preguntas con su habitual naturalidad. "Hay que intentar ser el mejor y para eso entreno. No me planteo ser entrenador del Madrid porque tengo cuerda para rato y para seguir sintiéndome futbolista", dijo. El meta quiere quedarse en el Madrid, pero con todos los galones.

"Cuando no eres protagonista o no disfrutas se te pasa por la cabeza tomar alguna decisión. Soy humano, llevo nueve meses sin jugar. No soy una máquina. Claro que quiero seguir aquí, pero llegará un día en el que tendré que tomar una decisión. Si dentro de tres meses la situación no cambia y me preguntas lo mismo igual digo que me estoy planteando irme", manifestó Casillas. Después, apuntó que hay que respetar a los compañeros y a los entrenadores. "Diego López ha estado genial esta temporada y también la anterior", dijo.