Hasta el día 16, hace apenas medio mes, el futuro del filial del Cacereño estaba en el aire. Su continuidad era un deseo de unos cuantos valientes que durante muchas jornadas tocaron en todas las puertas posibles. Al final, el Cacereño B es una realidad que ayer empezó su pretemporada. Lo hizo con Juan Luis Frutos (Guareña, 1980) en la dirección y "entre 20 y 25 jugadores" a sus órdenes. De esos, solo 11-12 son fijos en la plantilla. El resto están a prueba. "He recibido la llamada de muchos jugadores pidiendo probar con nosotros. Esta semana será dura para ver quiénes se quedan y los que no lo hacen. Lo difícil no es formar el equipo, lo difícil es la selección".

Frutos tiene las ideas claras. Sabe qué es lo que podrá tener --"la nuestra será una de las plantillas más jóvenes"-- e incluso cuando los podrá tener: "Somos un filial y cuando el primer equipo quiera un jugador lo tendrá".

A pesar de su juventud (33 años), el técnico del Cacereño B lleva muchos años en el fútbol. Dice que fue uno de esos futbolistas que pronto se dio cuenta que no valía para jugar y decidió dar el salto a los banquillos. Desde entonces acumula diez años en los banquillos: dos años de preparador físico en el Díter Zafra en segunda, otro con el equipo segedano en Tercera; en la UP Plasencia y en el Arroyo fue segundo entrenador. En todos esos casos su carrera ha estado vinculada a la de Rafa Rincón Rus. Después pasó a Regional Preferente, ya como primero, en Trujillo, Ciudad de Cáceres y Casar, su último club, en el que estuvo dos temporadas. Preparaba la tercera cuando recibió la llamada del Cacereño. "Creo que esto es una buena oportunidad, un proyecto ilusionante".

"Sé todos los problemas que puedo tener y las barreras a las que debo hacer frente", dice Frutos, que tiene claro que la coordinación con el primer equipo (Aitor Bidaurrázaga, segundo de Angel Marcos, será su interlocutor) será fundamental. Esa ha sido una de sus primeras exigencias.

En un filial la exigencia de ganar sigue siendo "la misma o casi la misma; nuestro objetivo es no descender, pero el mío es también que haya muchos jugadores que lleguen a debutar en Segunda B".

Y por delante tiene una Tercera "muy dura, con cinco o seis equipos muy fuertes y detrás de ellos otro grupo con mucha continuidad en sus plantillas. Eso hace que al final haya solo cinco o seis equipos peleando por evitar el descenso", avisa.

De momento él trabaja para tener su plantilla y el club para hacer lo más plácida posible la supervivencia del filial. Y los aficionados pueden ayudar con el 'carnet oro'. 20 euros extra para que el Cacereño B exista.