Con el autobús cargado de ilusión y varias ‘rookies’, el Nissan Al-Qázeres Extremadura parte hoy hacia Zaragoza, donde entre mañana y pasado se disputa la primera jornada de la Liga Femenina. Es el Open Day, la jornada inaugural de una competición a las que las extremeñas llegan sin fijarse metas. Solo competir y «luchar siempre al máximo», como aseguraba ayer la portuguesa Laura Ferreira, que junto a la senegalesa Khadidiatou Diouf fue presentada en sociedad. Un acto formal, protocolario. Ambas han jugado ya un par de amistoso en el Serrano Macayo y han dejado ver algo que lo que pueden ofrecer. No todo, el equipo y sus jugadora siguen creciendo, como dijeron ellas dos primero y después el técnico Ricardo Vasconcelos.

«El equipo ha progresado bien en los cinco amistosos, pero aún nos queda mucho por mejorar», explicaba la pívot de Senegal, que destacaba la juventud del equipo y agradecía al técnico su paciencia con ella y sus compañeras.

«El equipo es joven, pero trabaja bien. Hay buena dinámica. Con el ambiente que tenemos la va a ser buena», se atrevía a aventurar Ferreira, una escolta-alero de 1.80 metros que incluso puede jugar de base.

Tanto la portuguesa como Diouf tienen 23 años y proceden de la NCAA, la liga universitaria de Estados Unidos. Dan así el salto a la profesionalidad, «algo que soñe desde que era pequeña», confesaba la pívot, ilusionada por poder jugar en la liga española y agradecida por la oportunidad.

Ferreira y Diouf se definieron a sí mismas como jugadoras de equipo. «Me gusta ayudar», dijo la primera, «aporto mucha energía», añadió la segunda. La portuguesa es buena tiradora, la senegalesa se mueve bien en el poste bajo y captura muchos rebotes. Las dos llegan para pelear cada pelota.