El Athletic Club desea reverdecer viejos laureles, en una cita que le ha estado vetada en el último cuarto de siglo, haciéndose con la final de la Copa del Rey que hoy, en Mestalla, le medirá a un Barcelona que busca el primero de los tres títulos a los que aspira esta temporada (22.00 horas, TVE-1).

El Athletic acoge el compromiso que le ha devengado una discreta trayectoria copera, aunque con el aldabonazo de la semifinal ante el Sevilla, con la ilusión de un niño y amparado en el increíble apoyo que le está brindando una afición que ha ido más allá incluso de lo mucho que ya se esperaba de ella.

Si hasta hace poco el vestuario del Athletic parecía referirse a un imposible cada vez que hablaba de una hipotética victoria en la final, de poco a esta parte la considera factible. Quizás sea por la tranquilidad de haber finiquitado ya los apuros clasificatorios o porque empieza a ver grietas en el poderoso Barcelona, que llega sin Iniesta ni Henry.

Joaquín Caparrós parece manejar un plan ´B´ respecto al inicialmente previsto, el de colocar a Markel Susaeta, de los más destacados en las últimas jornadas, en el equipo titular en detrimento de David López.

Si lo lleva a cabo, el Athletic ganaría en descaro e intención en los últimos metros, pero perdería a balón parado, curiosamente la parte del juego en la que el conjunto bilbaíno ha puesto buena parte de la mucha fe en la victoria que está acumulando de poco para acá.

PRIMERA OPCION Tras el inesperado gol del delantero del Villarreal Joseba Llorente en el minuto 92, que el pasado domingo retrasó el alirón liguero del Barcelona, el conjunto azulgrana buscará mañana en Mestalla el primer de los tres títulos a los que aspira esta temporada.

El objetivo de los azulgranas será, por tanto, poner un poco más de tierra de por medio, levantando un nuevo trofeo, que sería su vigesimoquinto, y además, saldar una deuda pendiente con el conjunto bilbaíno, que salió vencedor (1-0) de la última final que disputaron ambos equipos en 1984 y que tuvo como escenario el Bernabéu.

El Barça ha mantenido esta Copa en un tercer plano toda la temporada. Su técnico, Josep Guardiola, ha dosificado a sus mejores hombres en la competición del KO, para dar prioridad a la Liga y la ´Champions´ pero, una vez que se ha llegado a la final y el título está en juego, habrá que ver si mantiene el guión o, por el contrario, se sale del mismo para apostar por un once de máximas garantías para alzarse con el trofeo.

De todas formas, el entrenador catalán tampoco tiene mucho donde escoger: las lesiones de Iniesta, Henry y Márquez y la sanción de Abidal son cuatro importantes contratiempos que obligarán a hacer diversos retoques en el once inicial.

Guardiola se llevará hoy mismo a toda la plantilla a Valencia, incluidos los lesionados --a excepción de Iniesta, que acaba de empezar el proceso de recuperación de la pequeña rotura fibrilar que sufrió ante el Villarreal--, pero solamente tiene 18 jugadores disponibles.

Lo que sí parece claro es que el Barça que jugará en Mestalla será Pinto en la portería, Bojan en punta, y nueve más. El meta gaditano y el delantero catalán han sido titulares durante toda la Copa y, con sus actuaciones, han llevado a los azulgranas hasta al final. Guardiola tiene pensado premiarles dándoles continuidad también ante el Athletic.

Pinto podría mandar una defensa formada por Piqué y Puyol en el eje, Alves en el lateral derecho y Sylvinho en el izquierdo. A Bojan, podrían acompañarle en punta Eto´o y Hleb --Guardiola podría reservar a Messi para la segunda mitad--, mientras que el centro del campo estaría formado por Xavi, Keita y Busquets.