En Mérida, nombrar el apellido Fouto es sinónimo de ilusión. Por ello, cuando hace un año y nueve días fue elegido presidente del Mérida, un medio de comunicación significó que su elección fue celebrada como si de un ascenso se tratara. Y es que los que celebraban el retorno de la familia Fouto al Mérida sabían que era la mejor opción para reflotar al club. Ahora la afición romana celebra el primer ascenso de la nueva era. Fouto ha logrado que sólo se hable del Mérida por cuestiones futbolísticas.