AL-QAZERES EXTREMADURA: Carla Nascimento (3), Tamara Taylor (24), Vero Sánchez (22), Julie Forster (15), Marieme Cisse (5) --cinco inicial--, Miriam García (0), Silvia Romero (2), Elena Corrales (9), Jovana Vidakovic (4).

GDKO IBAIZABAL: Claudia Aponte (18), Miren Agirregoikoa (14), Pamela Moral (7), Joen Azkue (0), Margaret Roundtree (16) --cinco inicial--, Patricia Jordán (0), Esther Blanco (5), Eider Zugazaga (0), Patricia Valiente (4).

MARCADOR POR CUARTOS: 23-12, 43-38 --descanso--, 68-51 y 84-64 --final--.

ARBITROS: Esteve y Borrego. Eliminada: Azkue.

No hay manera de ganarle a este Al-Qazeres, excepto aquel partido ante el Cortegada que, con distancia, cada vez parece más un accidente. Ayer se impuso con rotundidad al que en teoría es el segundo mejor equipo del grupo A de la Liga Femenina 2, el GDKO Ibaizabal. El 84-64 final le otorga la clasificación matemática para la fase de ascenso y prácticamente también el título honorífico de campeón de grupo, que también tiene cierto valor en el momento supremo, cuando realmente se juegue subir a la categoría que perdió hace apenas un año.

De momento, todo va muy bien enfilado y mejor que puede ir si se cierra de forma inminente el fichaje de una pívot que complemente una plantilla ya de por sí poderosa y que ha ido creciendo con el paso de las jornadas y a pesar de las dificultades por las lesiones. Hay mucho equilibrio entre el juego interior y el exterior y cuando las tiradoras tienen su día pueden marcar las diferencias, siempre bien cubiertas por el buen trabajo en las zonas de sus compañeras. Solo hay un miedo: que todo está siendo tan ilusionante, por encima de las expectativas, que un posible fiasco en la fase de ascenso amplifique la decepción.

Fue un primer cuarto brillante para el equipo extremeño, sobre todo en su parte final. Tras unos minutos de intercambio de golpes, el Al-Qazeres dio un estupendo estirón entre los minutos 6 y 10, con un contundente parcial de 10-0 protagonizado por la siempre afinada muñeca de Vero Sánchez y el entusiasmo que pone en todas sus acciones Elena Corrales. Del 13-12 se pasó al 23-12 de final de cuarto, lo que permitía cierto margen de maniobra.

Eso se terminaría agradeciendo, porque el Ibaizabal no se iba a dar por vencido tan fácilmente. De hecho, desmintió durante el segundo cuarto su condición de equipo que va siempre a largas posesiones y que no anota demasiado. El parcial fue de 20-25, con unos buenos minutos de la paraguaya Claudia Aponte --una de las componentes del equipo del Al-Qazeres que subió hace dos años-- y con Margaret Roundtree, la jugadora más valiosa de la Liga Femenina 2, luchando a brazo partido con las pívots locales.

Con 43-37 volvían las jugadoras de vestuarios, pero las de Jacinto Carbajal no querían más sobresaltos. Se agarraron entonces a Tamara Taylor, autora de dos triples seguidos, para poner más tierra de por medio (52-41, min. 23), consciente de que un partido de anotación alta le iba a favorecer de todas todas. Con la batalla interior entre Roundtree y Julie Forster en tablas, eran las exteriores las que tenían que desequilibrar. Es lo que sucedió acto seguido y todo estaba ya definitivamente roto al final del tercer cuarto (68-50 con otro triplazo de Vero Sánchez).

Eso permitió unos últimos diez minutos de auténtico trámite, con el Al-Qazeres gustándose y el Ibaizabal sufriendo indescriptiblemente, porque ha pasado de aspirar al primer puesto a tener que luchar por su presencia entre los cuatro primeros. Una veintena de puntos de diferencia al final que saben a gloria para un equipo que no ha tocado techo todavía.