Moraleja: Capea, Edu, Jesús (min. 86, Kodro), Héctor, Liberal, Chorro (min. 61, Chuma), Pulido, Andrés, Nelson, Joan (min. 76, Arse) y Nacho.

Imperio: Luisma, Fabio, David Mera, Pedro José, Pineda, Samuel, Macías, Silva, Perico (min. 46, Cristo), Piji y Chico (min. 80, Javi Ramos).

GOLES: 1-0, min. 51: Nelson. 1-1, min. 56: Macías. 1-2, min. 73: Cristo. 1-3, min. 86: Silva.

ARBITRO: Durán Tato (0). Mostró cartulinas amarillas a los locales Joan, Jesús, Pulido, Liberal, Chorro, Andrés y Héctor y a los visitantes Macías, Pineda y David Mera.

INCIDENCIAS: Tarde gélida y terreno de juego en buenas condiciones.

El Imperio se impuso por 1-3 en Moraleja en el último partido del año de Tercera División y que correspondía al aplazado hace quince días de la decimosexta jornada. El conjunto emeritense se sitúa así en segunda posición con 36 puntos, a tres del líder Jerez. Por su parte, el Moraleja sigue como penúltimo y a ocho puntos de la posible salvación.

El partido comenzó con dominio territorial del Imperio, aunque sin ocasiones. Mientras, el Moraleja se situaba a la espera de poder jugar al contragolpe. A partir de la primera media hora, el equipo local comenzó a estirarse y a tratar de tú a tú al Imperio, que no demostró su presumible superioridad. Además, siempre trató de mediatizar las decisiones de Durán Tato, sobre todo con las protestas contínuas de Pedro José.

La mejor ocasión del primer tiempo fue para el Moraleja en una falta botada por Joan que se fue rozando el poste de la meta de Luisma.

Tras el descanso mejoró ofensivamente el partido y el ritmo fue superior. A los seis minutos se adelantó el Moraleja gracias al acierto de Nelson en un remate de cabeza tras saque de esquina botado por Joan. Sólo cinco minutos tardó el Imperio en empatar, aunque llegó con una falta previa no señalada por el árbitro. Macías lo aprovechó para hacer el 1-1. El 1-2 sería obra de Cristo desde la frontal del área. El 1-3 definitivo llegaría en los instantes finales tras una jugada de Javi Ramos que culminó Silva con un espléndido cabezazo al segundo palo de Capea.