Muchas cosas de la vida cotidiana miden medio metro. Dicho tamaño no nos resulta importante, pero este año, esta medida sí que tiene mucha incidencia en el baloncesto, en concreto en LEB Oro: es la distancia que con las nuevas reglas se ha alejado la línea de tres puntos. El triple ha pasado de los ya míticos 6.25 a los 6.75 en un intento de la FIBA de adaptar las reglas europeas al basket americano.

Analizar la incidencia directa con sólo dos jornadas puede ser prematuro, pero viendo el juego desplegado se puede llegar a varias conclusiones. A priori puede parecer que el principal efecto es la disminución de los porcentajes de tiro de tres, pero esta nueva regla tiene una incidencia mucho más importante en el juego en general. Al tirador puro poco le va a afectar la nueva norma, tiene asumido ese rango de tiro y ya en temporadas anteriores lanzaba desde la nueva distancia (Troy Devries fue un ejemplo de ello el pasado viernes). El gran perjudicado, en mi criterio, va a ser el tirador medio, ese jugador que podía anotar de 3 sin ser un especialista.

Además, dentro de los sistemas de juego hay más dudas a la hora de realizar un tiro de tres, con lo que se rompe el timming del movimiento y se ´espesa´ el ataque. También en los bloqueos directos se consiguen menos ventajas, ya que en muchos de ellos la defensa pasa por detrás con la consecuente reducción de espacios. En general, hay más dudas que conllevan desorden, pérdidas de balón y tiros precipitados al final de posesión.

En el lado positivo, se refuerza el valor del tiro de tres al ser mas difícil acertar. Se ensancha la zona, creándose un espacio interesante en 5-6 metros en los que sacar tiros cómodos y se reducen las ayudas interiores ya que las recuperaciones son más largas. Tendremos que esperar una temporada para hacer la valoración definitiva, pero en este deporte medio metro va a marcar una gran diferencia.