REAL MADRID 75: Llull (6), Louis Bullock (22), Mumbrú (5), Massey (-), Reyes (16) -cinco inicial-, Hervelle (10), Sánchez (-), Hosley (2), Raúl López (4) y Van den Spigel (10).

BARCELONA - 83: Sada (3), Navarro (28), Barton (6), Ilyasova (14), Santiago (8) -cinco inicial-, Basile (6), Vázquez (13), Andersen (2), Grimau (3) y Barrett (-).

ARBITROS: Hierrezuelo, Pizarro y García González. Sin eliminados.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a las eliminatorias de cuartos de final de la 73 edición de la Copa del Rey.

Un anotador como Juan Carlos Navarro adereza sus 28 puntos con 10 asistencias; un base sin mucho nombre (aún) como Víctor Sada es capaz de tener 15 de valoración anotando solo una canasta. Son solo dos explicaciones estadísticas individuales de por qué el Barcelona le ganó al Real Madrid en el glamoroso arranque de la Copa del Rey. Pero hubo mucho más que no dice la planilla: el serio y compenetrado trabajo defensivo de sus compañeros, las precisas rotaciones desde el banquillo... siempre pareció haber un equipo que iba un paso por delante del otro en todos los aspectos.

Precisamente un triple de Sada tras una preciosa jugada con Navarro a falta de pocos segundos para el final del segundo cuarto -tuya, mía, tuya--- dio al Barcelona la ventaja que probablemente había merecido durante todo el primer tiempo (38-44). Dominó esos 20 minutos, aunque siempre sintiendo cerca el aliento del Real Madrid, que se conformaba con esperar su momento a la vista de la mayor inspiración azulgrana.

El Barça había sido más bloque, mientras que el Madrid vivía a tirones, pendiente de los golpes de corazón de Sergio Llull y Felipe Reyes, algo revolucionados. Más intensos en defensa, los de Xavi Pascual estuvieron a punto un par de veces de romper el partido, con ventajas que llegaron a los 8 puntos (28-36, min. 17). Los blancos se quejaron de un par de jugadas dudosas, tapones supuestamente ilegales que se resolvieron en su contra y que empezaron a encender la temperatura de un Palacio de los Deportes casi lleno.

SEGUNDA PARTE La puesta en escena de los barcelonistas siguió siendo sensiblemente mejor en la reanudación del clásico baloncestístico. Y por unos instantes pareció que la victoria podía decidirse prematuramente (43-56, min. 25), pero al Madrid le quedaba Louis Bullock. Siete puntos consecutivos del norteamericano volvieron a poner el partido apretado (58-61) antes del 59-64 con el que se inició el último cuarto.

No había manera para los blancos de reconducir la situación a su favor. Navarro, que se había tomado un respiro coincidiendo, qué casualidad, con el acercamiento blanco, clavó tres triples consecutivos y volvió a poner tierra de por medio (63-76, min. 35). Al Real Madrid, en el que Felipe Reyes llevaba tiempo desaparecido entre las torres del rival, se le acabaron las soluciones de emergencia y todo parecía servido.

Otro triple de La Bomba Navarro cuando la diferencia había bajado tímidamente a ocho puntos (68-76, min. 37) terminó con las últimas y escasas opciones que pudiese manejar Joan Plaza. En baloncesto no se puede luchar contra la solidaridad cuando está barnizada de talento, de mucho talento.