Sobre las arenas de Copacabana y desafiando el oleaje del Atlántico Sur, el Arena Voley de Río 2016 se ha convertido en los últimos días en una fortaleza custodiada por 13.000 eufóricos torcedores . Fue aquí, en este verdadero infierno carioca , donde la dupla española de voley playa, Pablo Herrera y Adrián Gavira, intentó lograr una victoria épica contra los brasileños y actuales campeones del mundo, Alison Cerruti y Bruno Schmidt. Aunque los cuartos se acabaron escapando (2-0), la experiencia de medirse a los mejores fue inolvidable.

Nada más poner un pie sobre la arena, un rugido emergió entre las gradas. "Tembló hasta la arena", reconoció el veterano Herrera, plata en Atenas 2004 y cuarta participación en unos Juegos a sus 34 años. Mucho más expresivo, el gaditano Gavira, de 29 años, no escatimó las palabras para definir la sensación de enfrentarse a Brasil en su templo. "El ambiente nos ha dejado sin palabras. La verdad es que en un primer momento acojona pero hemos sabido reaccionar y nos vamos con la cabeza muy alta", apuntó.

Los españoles no vendieron barato el pase a cuartos. La igualdad marcó el inicio del partido. A cada punto de los brasileños Copacabana vibraba como si de la final de un Mundial de Fútbol se tratase. La misma intensidad ensordecía a los españoles cada vez que ponían la pelota en juego. Con el marcador 23-22, la tensión producida por la grada hizo que Gavira fuese sancionado al reclamar una falta en ataque más que dudosa. Finalmente, para delirio de la torcida , el primer set (24-22) acabó del lado de los locales.

"Es una pena perder contra los campeones del mundo por un margen tan ajustado. Ver que los tienes contra las cuerdas en el primer set y que se te escape nos ha pesado mucho", apuntó Herrera que a pesar de su 1,93 cm de altura poco pudo hacer ante la muralla de Alison Cerrutti 'O Rei da Praia', 2,03 de estatura y puro músculo. Con el primer set perdido, la presión local acabó de hundir el sueño olímpico de los nuestros en el segundo set (21-13). "Apretaron a fondo en el segundo y se nos escaparon", admitió el castellonense.

El infierno de Copacabana se cobró una nueva víctima. Un día antes Elsa Baquerizo y Liliana Fernández habían caído con las rusas en octavos y también decían adiós a Río. Pero en la despedida de los chicos no hubo rastro de tristeza, lo contrario. Sonriente, Herrera desveló que el partido les hizo cumplir un sueño de la infancia: "Desde pequeño mi sueño era ganarle a Brasil, en Copacabana y en unos Juegos. No pudo ser pero nos quedamos con el recuerdo de nuestro primer set. Nos despedimos muy orgullosos".