El poderoso fútbol inglés, el más rico del mundo, se juega a las 21.00 horas gran parte de su prestigio ante la modesta selección islandesa, el equipo que más simpatías ha despertado en la Eurocopa, que aún sueña con ampliar su gesta hasta los cuartos de final.

Tras la resaca del 'Brexit' y de la elecciones islandesas, que este sábado dio el poder al independiente Gudni Johannesson --cuyo primer acto será viajar a Niza a apoyar a los "strákarnir okkar" ("nuestros muchachos")--, el fútbol vuelve a ocupar el centro de atención de dos países que se han volcado con la Eurocopa.

Se la juega Inglaterra y, sobre todo, su entrenador Roy Hodgson, cuya continuidad en el cargo está supeditada cuando menos a pasar esta ronda.

Islandia, mientras, acude sin presión. Se ha convertido en el "equipo de todos", tanto por la humildad con la que han afrontado cada encuentro, con sorprendentes empates ante Portugal (1-1) y Hungría (1-1) y un inesperado triunfo en el último instante frente a Austria, como por la simpatía de una afición que ha dejado medio desierta la isla, al punto de que para las elecciones se tuvo que reforzar el voto por correo en Francia, ya que el 8% de la isla (27.000) se había desplazado a la Eurocopa.

Se supone una lucha desigual, pero Inglaterra no encuentra el gol e Islandia hace de cada ocasión un botín. Hodgson alineará juntos a Wayne Rooney, Jamie Vardy y Harry Kane en la búsqueda de mordiente.