La federación de fútbol inglesa no permitirá que el amistoso programado entre su selección y el combinado español se dispute en el Santiago Bernabéu, el estadio del Real Madrid, por temor a que se repitan comportamientos racistas contra sus jugadores. Los internacionales ingleses Ashley Cole, jugador del Chelsea, y Shaun Wright-Phillips, actualmente en las filas del Portsmouth, fueron objetivo de estos abusos la última vez que Inglaterra jugó allí, en el 2004.

El director de comunicaciones de la FA, Adrian Bevington, indicó que esta organización se encuentra actualmente "en conversaciones" con la federación de fútbol española. "La FA ha sido clara al señalar que no disputaría el partido en Madrid por los ataques racistas de los que fue objeto en 2004", dijo este portavoz.

Ese amistoso es uno de los partidos que ha solicitado el actual seleccionador de Inglaterra, el italiano Fabio Capello, señaló Bevington. "Por el momento, queda por confirmarse el estadio y aún hay que firmar el contrato", añadió este portavoz, quien apuntó que el entrenador italiano "apoya totalmente este compromiso".

Se trataría de un encuentro amistoso muy atractivo por ser España la selección ganadora de la Eurocopa del 2008, y al tener el combinado español a muchos internacionales militando en clubes de la Premier, como es el caso, por ejemplo, de Fernando Torres o Xabi Alonso, ambos en las filas del Liverpool. Inglaterra fue derrotada ante el equipo español por 1-0 hace cuatro temporadas en un choque en el que sufrieron algún tipo de conducta racista los mencionados Cole, Wright-Phillips pero también Rio Ferdinand, Jermain Defoe y Jermaine Jenas.

En el 2006, el entonces seleccionador de España, Luis Aragonés, fue multado con 2.060 libras por hacer un comentario sobre Thierry Henry. Los episodios de este tipo se siguen produciendo en el mundo del fútbol, en el que se registró el pasado mes otro incidente similar contra el delantero inglés Emile Heskey cuando Inglaterra disputó un encuentro contra Croacia en Zagreb.