La penalización de 25 segundos impuesta al británico Lewis Hamilton (McLaren) tras su espectacular triunfo frente al finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) en las últimas vueltas del Gran Premio de Bélgica y que, finalmente, provocó la sorprendente victoria del brasileño Felipe Massa (Ferrari), continuaba ayer coleando en los ambientes de la Fórmula-1.

Mientras la prensa británica ponía el grito en el cielo considerando un "robo" la decisión de los comisarios y los medios de comunicación italianos miraban hacia otro lado, sabedores de que a la scuderia le cayó una victoria inesperada dado el nefasto final de Iceman y la impotencia mostrada por Massa durante la carrera, hay quien opina que la apelación presentada por Ron Dennis, máximo responsable de la escudería angloalemana, no prosperará.

La sensación de que la Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha vuelto a utilizar a su antojo el reglamento para igualar el Mundial en su esprint final es evidente, pues Hamilton y Massa, los dos únicos candidatos al título, llegan separados por solo dos puntos (76 contra 74) al GP de Italia, que se disputará este fin de semana en Monza.

"CONSPIRACION" En el Reino Unido, la penalización a Hamilton levantó ampollas nada más concluir la carrera. El Daily Mail no dudaba ayer en afirmar que el corredor había sido la víctima "de una conspiración contra McLaren", mientras el Daily Mirror consideraba que a Lewis Hamilton le habían robado "una de las más grandes victorias de su carrera".

"Cuando se marchaba de Spa, tras otro escabroso episodio en la historia del deporte, el corredor de 23 años debía preguntarse qué debe hacer para ganar el título mundial", señalaba el tabloide inglés.

The Independent cree que la decisión de penalizar a Hamilton "es de las que se recordarán durante mucho tiempo como una de las más ridículas y desgraciadas en la historia de las carreras de motor", mientras el Daily Express afirmaba que "los titiriteros de la FIFA han tirado de las cuerdas y han obligado a Lewis Hamilton y a su equipo de McLaren a bailar al son de Ferrari".

Hamilton trató de defenderse. "El reglamento dice que le tengo que volver a dejar pasar para no adquirir ventaja por mi falsa maniobra, me lo recordaron por la radio y así lo hice pero no quise que se me escapase y por eso me pegué a su colín, pues el reglamento no habla nada de distancias", argumentó el piloto.

MANIOBRA IRREGULAR Raikkonen, mientras, se quejaba no de que Lewis cruzase la chicane y después le dejase pasar, sino "de los falsos movimientos que hizo cuando se colocó detrás de mí, y esa sí me pareció una maniobra irregular" cuando, curiosamente, el reglamento dice que el que no puede cambiar de trayectoria es el que va delante, no el que marcha detrás.

Ron Dennis expresó ayer su convencimiento de que su apelación fuese atendida por la Federación Internacional del Automóvil, mientras que Stefano Domenicali, jefe de Ferrari, no quiso comentar el incidente. "Nunca hablamos de las decisiones de los comisarios", dijo. Eso sí, reconoció que cuando le llamó dirección de carrera dijo "todo lo que tenía que decir".