Nueve meses que no han servido de nada. La Liga está casi en el mismo punto en el que comenzó el 23 de agosto. Casi porque el Barça es líder, pero en igualdad de condiciones respecto a los demás. Sin más ventaja que el goal average favorable respecto al Atlético, y un punto, más el goal average , sobre el Real Madrid, hoy comienza una miniliga de cinco partidos con las espadas y las opciones de los tres aspirantes en los más alto. La diferencia azulgrana es mínima, pero incluso puede ser decisiva.

La miniliga arranca hoy y el primero en jugar va a ser el Barça, que visita el campo del Deportivo (20.00 horas). Ante la dinámica negativa de su equipo, Luis Enrique prefirió ayer mirar el "lado positivo" y admitió que celebrarán una gran fiesta si levantan el título. "Me va el ritmo y la adversidad, lo tengo en los genes gijoneses; soy así de gilipollas. A mí me va el baile, tengo unas ganas enormes porque no me puedo imaginar el fiestón que nos vamos a pegar si ganamos la Liga", aseveró.

En el Barça son conscientes de que en estos momentos aún dependen de ellos mismos, pero las inercias parecen ir en sentido contrario, por lo que un nuevo tropiezo, que no sea una victoria en Riazor, podría instalar ya una crisis en la institución de difícil solución, si al finalizar esta jornada pierde el liderato.

Ya no hay tácticas ni estrategias que valgan a estas alturas, debido a que el Barcelona ha perdido el rumbo totalmente de su juego. Además, la magia de su piedra filosofal, en que se había convertido su tridente goleador, se ha esfumado, pues los goles han desaparecido. El Barça necesita un triunfo que le reafirme y le resitúe en la tesitura ganadora de forma urgente.

"No me interesa lo que hagan nuestros rivales, me interesa lo que haga el Barça. Tenemos que ser mejores que el Deportivo y va a ser difícil. Hay que ganar fuera de casa, algo complicado, máxime en nuestra situación", recordó Luis Enrique.

A LA EXPECTATIVA Cuando acabe el primer tiempo en Riazor comenzará el duelo del Atlético en San Mamés (20.45 horas). Los de Simeone están obligados a ganar, como también lo está el conjunto bilbaíno para creer en la cuarta plaza. El técnico colchonero tiene la "seguridad y la certeza" de que su equipo no depende de nadie, sino de sí mismo en la lucha por la Liga a falta de cinco jornadas, y avisó de que el partido con el Athletic es "importante y determinante".

"Lo único que nos interesa es resolver el partido de Bilbao", reiteró Simeone, que no se aleja del "partido a partido". "A partir de eso, otro tipo de situaciones se aleja de nuestro pensamiento y va detrás de la realidad, que lo único que importa es ganarle al Athletic", apuntó el técnico, que ve esta jornada "clave", pero como todas desde que comenzó la Liga.

En el Atlético es baja Gabi, por sanción, y vuelve el brasileño Filipe Luis, tras su partido de suspensión con el Granada.

PRUDENCIA Zidane, técnico del Madrid, intentó por segunda comparecencia consecutiva frenar la posible euforia del madridismo tras ver a su equipo en semifinales de Liga de Campeones y a un punto del Barça, y advirtió de que no han "ganada nada de momento". "Estamos en una situación buena pero no me gusta esto de que se hable de que vamos a ganar mucho porque no hemos ganado nada de nada y hay que jugar todo. Tenemos la oportunidad de disputar la Liga y la Champions , pero no hemos ganado. Los jugadores piensan lo mismo que yo y están concentrados en lo que vamos a hacer sabiendo que no va a ser fácil", señaló. Y la primera dificultad es el Villarreal, que visita el Bernabéu a las 22.00 horas con el objetivo de asentarse en la cuarta posición y mantener a raya a Athletic y Celta.

Habrá cambios obligados en el equipo titular de Zidane, y ausencias que pueden tocar a su sistema. La baja de Bale podría modificar el dibujo a cuatro centrocampistas, con el colombiano James e Isco peleando por un puesto. En defensa no estará Dani Carvajal por un fuerte golpe, ni el portugués Pepe por descanso. Sus puestos serán para el brasileño Danilo, que vuelve tras sanción, y para el capitán Sergio Ramos que tuvo un respiro en Getafe. Tendrá oxigenado el centro del campo con la vuelta del brasileño Casemiro y el croata Luka Modric, en un reparto de minutos calculado para que estén frescos en citas decisivas.