Él no habla. Últimamente lo ha contado todo a través de los ordenadores personales de Ramón Besa y Marcos López. Quien quiera saber de él, quien quiera averiguar qué representa para el fútbol, cuál ha sido, es y será su rol en el Barça, que acuda a La jugada de mi vida. Ahí está todo. No es don Andrés alguien que pretenda seducir con la palabra. Mejor escribirlo. Y así sabemos que, al margen de su familia, de Anna, Valeria y Paolo Andrea, no hay nada como el Barça. De ahí que su regreso mañana al equipo sea el punto que, en medio de la zozobra (sí, ya sé que para Luis Enrique no hay ni crisis, ni bache, ni nada), más luz significa dentro de ese túnel de seis puntos y más, más, que significa la visita del Real Madrid, perdón, del líder, al Camp Nou.

INIESTA, TITULAR

Evidentemente, Lucho no quiso convertir al señor Iniesta en su salvador. Porque no lo es, en efecto. Y, aunque bromeó sobre el hecho de que "alguna idea tengo sobre el equipo titular aunque, bueno, no sé, alguna pincelada tengo", es evidente que si mañana no está don Andrés en el equipo titular igual la gent blaugrana recibe al equipo con ligeros pitos. O muchos. Y fuertes.

"El hecho de que Iniesta tenga ya el alta médica no significa mucho más que lo que ya teníamos, pues hace días que trabaja con normalidad con nosotros", ha señalado Luis Enrique. "El regreso de un gran jugador es estupendo, no solo para mí, no solo para el Barça, para cualquier entrenador y equipo. Y, encima, se trata del capitán. Veremos, veremos...."

Es evidente que el míster asturiano no quiere soltar prenda. Y menos ante el Real Madrid. Y menos tratándose de Iniesta. Pero ha de jugar. El equipo lo necesita demasiado como para no estar. Y, además, donde Andrés lleva días, semanas, preparando, trabajando, currando, sacrificándose para recibir el alta, justo 24 horas antes de que dé comienzo el partido.

ABONOS A 1.000 EUROS

Y, además, su presencia debería tener un efecto estimulador para sus compañeros, motivador para todos ellos y alentador para los espectadores que, dicen, llenarán el Camp Nou, pues este viernes ya ofrecían cerca de 1.000 euros por un abono cualquiera en la explanada de las taquillas del Camp Nou.

Claro que nada de eso supo ver o expresar Luis Enrique cuando se le preguntó si el regreso de Iniesta tendría, también, un efecto psicológico sobre el vestuario, equipo y entorno al clásico. "Pues la verdad, no soy capaz de calificarlo. Solo sé que es muy bueno para todos que Andrés ya esté de vuelta". Y punto. Nada más. E insistió en el valor que tiene llevar el brazalete de capitán.

Es evidente que donde Lucho no pudo escaquearse, eludir respuestas y esconder la cabeza bajo el ala fue en lo que es y representa don Andrés para el fútbol y el juego del Barça. "Iniesta es el referente al estilo de juego nuestro. Es cierto que seguimos siendo, fundamentalmente, con Iniesta o sin él, un equipo que juega colectivamente, pero el toque que le aporta Andrés es muy del Barça y, en ese sentido, su presencia le aporta aún más al sello de nuestro equipo".

NADA PERDIDO

En definitiva, amigos, que Andrés Iniesta ha cumplido su palabra. Perdón, una palabra que, como casi siempre, no se le oyó, ni estuvo escrita, pero que surgió de la necesidad de ayudar al equipo en uno de los partidos más importantes del año. Lo pretenda o no Luis Enrique ("estamos en la 14ª jornada, pero nada estará decidido aunque perdamos", señaló el técnico), si el Barça vuelve a perder ante el Real Madrid, la cosa se pondrá fea. Muy fea. De ahí que el regreso del capitán Iniesta sea tan valorado. Por todos.