Adiós a Segunda División B en un año para olvidar. El Mérida no consiguió lo que necesitaba en Coruxo para poder seguir en la categoría bronce, un gol, y el 0-0 le condena a bajar a Tercera ante la frustración y la enorme pena de sus seguidores, que habían visto cómo el proyecto de esta temporada se iniciaba con muchas ilusiones. El 2-2 de la ida terminó siendo decisivo tras el 0-0 de ayer en Galicia.

Estaba claro que tenía que ser el conjunto extremeño quien tuviera que tomar las riendas del encuentro, puesto que la igualada de la semana pasada en el Romano le obligaba a marcar para no perder la categoría. Apenas tuvieron los extremeños ocasiones para un marcar un gol que les permitiera cumplir con el objetivo. Los locales se armaron muy bien en defensa y no permitieron a los visitantes encontrar un resquicio válido para marcar el ansiado gol.

Mehdi Nafti planteó un once inicial con tres centrales y dos laterales muy adelantados para intentar aprovechar el juego por las bandas. Sin embargo, la primera ocasión llegó gracias a un fallo de los centrales del Coruxo, que habilitaron a Chema Mato para que iniciara una contra, pero el balón salió muy desviado. Los vigueses, por su parte, esperaban a los emeritenses en el centro del campo, pero no lograba tener el balón, que no le duraba demasiado tiempo el balón en los pies, permitiendo que el Mérida se fuera arriba.

El partido estaba en una dinámica en donde los emeritenses arriesgaban en ataque en cada jugada a balón parado, ya fuera una falta o un córner. Cada vez que tenían una de esas opciones metían a casi todos los jugadores en ataque para buscar el gol.

El problema era que los vigueses sabían que esa era su oportunidad para recuperar el balón y salir con velocidad a la contra, sobre todo con Higón pegado a la banda derecha. Así fue la primera gran ocasión del Coruxo, en el minuto diecinueve, cuando una triangulación Higón, Antón, Mateo que llevó mucho peligro. Con el paso de los minutos, el Mérida seguía controlando el centro del campo, pero le costaba demasiado crear en ataque, ya que el Coruxo estaba muy bien colocado y casi no dejaba huecos por los que entrar y crear peligro.

El partido estaba entretenido, ya que el Merida tenía el balón y buscaba el gol, pero las robos y las contras de los vigueses llevaban mucho peligro por lo que el gol podía llegar de un lado o de otro. El problema del Mérida era que la única forma que tenían para llegar al área del Coruxo era con balones largos, y ahí siempre estaban los centrales o el portero, Alberto Domínguez, para despejar el peligro.

La gran ocasión del Mérida llegó a siete minutos para el descanso, cuando Santi Villa conecta un potente disparo desde lejos y el esférico se estrella en el larguero de la portería defendida por Alberto García. Con esta ocasión clara llegó el tiempo de descanso en un partido con muy pocas ocasiones de gol hasta el momento.

INTENTOS EN VANO / El equipo vigués salió un poco mejor tras el paso por el vestuario. El equipo entrenado por Jacobo Montes ya no esperaba tan atrás a los emeritenses, a los que le costaba mucho más salir con el balón jugado y llegar al área rival.

El primer aviso fue para los vigueses, con un balón al primer palo que remató Silva fuera por muy poco. El mayor peligro del Mérida seguía llegando en jugadas a balón parado, ya que el Coruxo cometía demasiadas faltas innecesarias en la frontal del área, pero la defensa y, sobre todo Adrián Pazó, se mostraron seguros tratando de sacar el balón con velocidad, como en el minuto 59 cuando Higón se hace con el balón por la banda izquierda, se planta solo ante Felipe Ramos y el guardameta emeritense despeja el balón.

A medida que pasaban los minutos, las prisas llegaban a un Mérida que necesitaba un gol, pero que no lograba generar juego ofensivo y tampoco disponía de segundas jugadas. El problema, además, era que el Coruxo ya no era el de la primera parte y salía con mucha más alegría al ataque, sobre todo teniendo en cuenta que el Mérida estaba volcado en ataque. Javi Gómez dispuso de otra buena ocasión para el Mérida en el minuto 73, cuando los emeritenses recuperan un balón, lo meten al área y el delantero remata mal estando solo y el balón sale muy desviado.

Los dos equipos eran un manojo de nervios. El balón duraba muy poco en los pies, y Nafti decide sacrificar un hombre de ataque para reforzar el ataque con la entrada de Jokin Esparza, al que le quedaban poco más de diez minutos para obrar el milagro.

El cansancio le pasaba factura al Mérida, al que le costaba llegar a los balones divididos y las ideas ya no las tenía tan claras. Jacobo Montes, entrenador del Coruxo, reforzaba el trabajo defensivo del equipo con la entrada de Crespo, y es que casi no quedaba tiempo y el equipo se encontraba bien ante un Mérida que perdía fuelle y se le acababa el tiempo.

Lo que sí es cierto es que los vigueses aprovechaban cualquier oportunidad para perder un poco de tiempo, ya que los minutos pasaban y la ansiedad provocaba que cayeran una y otra vez en posiciones de fuera de juego. De esta manera, se llegó al final del encuentro y el Mérida no pudo certificar la permanencia en la categoría y regresa de nuevo al infierno de la Tercera División. Ahora le toca levantarse después de este varapalo terrible.

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3Árbitro: González Francés, perteneciente colegio canario. Mostró cartulina amarilla a los jugadores locales Pazó y Antón y a los visitantes Santi Villa y Javi Chino.

3Estadio: Campo Do Vao,

3Espectadores: 2.000.

3Coruxo: Alberto; Pablo García, Ramón, Pazó, Yebra; Antón, Mateo; Fernando, Rafa Mella (Campillo, min. 72), Higón; Silva (Crespo, min. 83).

3Mérida: Felipe Ramos; José Cruz (Esparza, min. 77), Kike Pina, Paco Aguza, Golobart; Javi Chino, Chema Mato (Kiu, min. 51); De Dios, Javi Gómez, Iván Aguilar; Santi Villa (Nana, min. 75).