El Cintra Plasencia no existió sobre la pista, ni ayer, cuando fue barrido por el Seguros Soliss Alcázar (54-93), ni en los últimos minutos del partido del viernes (69-85 contra el filial del Valencia Basket), cuando empezó a enterrar sus opciones de ascenso a la LEB Plata. Ya todo está perdido y hoy deberá afrontar un doloroso trámite contra el Aracena Collblanc (18.30 horas, pabellón Ciudad de Plasencia), que ayer ganó al Valencia (62-60), pero que como los extremeños no tiene ya ninguna opción de ascenso.

A los jugadores de Jesús Porras les pesó ayer demasiado el desastroso final de partido la noche del viernes. Saltaron al pabellón Ciudad de Plasencia con la presión de tener que ganar sí o sí si querían seguir manteniendo alguna opción de ascenso. Y esa fue una losa demasiado pesada. Los manchegos repitieron la misma fórmula del primer encuentro: espectacular salida al campo que marcaba el devenir del partido.

La diferencias empezaron a ser grandes desde los primeros minutos. De un igualado 9-11 se pasó a un 13-31 al acabar el acto inicial, con los de David Varela no teniendo piedad de su rival. Seguros Soliss Alcázar Basket era un rodillo que no iba a dejar que el Plasencia levantara la cabeza. Si el primer cuarto fue malo, el segundo fue un desastre. Los placentinos solo hicieron diez puntos, para ver como sus rivales les doblaban y más al descanso (23-53). El choque estaba prácticamente visto para sentencia en el ecuador.

El resto del encuentro fue un mero formalismo con unos y otros esperando deseosos el bocinazo final y con el Plasencia intentanto minimizar el ridículo ante su público. No fue posible. Minuto a minuto veían como la ventaja del Alcázar iba aumentando (35-73 al final del tercer cuarto) para acabar casi 40 puntos por debabajo (54-93).