Extremadura: Toni; J. Selvas (Samir, M. 74), Olivar, F. Blasco, Nandi; Lolo, Marco (Peri, M. 88); Camacho, Cobos (Manuel, M. 66), Gaizka y Pavone.

Melilla: Balbuena; Gustavo, Jurado, Orta (Redondo, M. 46), Mohamed; Abela (Mauri, M. 61), Vicente; Yamal, F. Flores, Chota y Guede (Angel Luis, M. 80).

Goles: 1-0 M. 57: Pavone. 1-1 M. 64: Pablo Guede.

Arbitro: Alejandro Ortiz García (Comité Andaluz). Regular (1). Amonestó a los locales Fran Blasco (17´) y Toni García (58´), mientras que por los visitantes vieron tarjetas Carlos Abela (32´), Mohamed (65´) y Redondo (71´).

Incidencias: Antes de iniciarse el choque, se guardó un minuto de silecio en memoria del que fuera capellán del club almendralejense, Jesús Núñez Mancera.

Ayer no tocaba milagro y el Extremadura tuvo que conformarse con un insípido, triste y descafeinado empate ante el Melilla en un partido de esos que el topico dice que son para olvidar. El equipo de Cisqui, que ha sumado un punto de los últimos quince que se han puesto en juego, insitió en dar la de arena y enseñó su peor cara. Se encontró de entrada con un Melilla ambicioso, lo cual en un equipo con José Luis Montes en el banquillo no deja de sorprender --aunque a la fuerza ahorcan y el cuadro norteafricano necesita puntos con urgencia--, y tardó en entrar en el duelo. Cuando se quitó la presión fue capaz de hacer un gol, de esos que prefieres ver por televisión antes de pronunciarte por el tufillo dudoso que desprenden, pero la alegría le duró justo siete minutos. El empate de Pablo Guede, dejando en pañales una vez más a la zaga almendralejense, fue un mazazo demasiado severo que ya no sería capaz de superar el conjunto azulgrana. El empate es el principio decepcionante de un rosario de partidos en casa que aguardan al Extremadura.

El Melilla, consciente de su situación, se plantó en el Francisco de la Hera con la intención de sorprender a un rival complicado en su estadio. Merodeó la portería de un descentrado Toni García y dejó en evidencia la lentitud de su zaga. Pero perdonó y eso, en fútbol, suele pagarse.

LLEGA EL EXTREMADURA Aunque le costó casi media hora de partido, el Extremadura apareció en el choque y pudo hacerlo inmaculado a pesar de lo que había llovido en su área. Comenzó a tocar, como medicina al juego directo visitante, y llegó a esperanzar a una grada demasiado ansiosa de aplaudir cualquier detalle. Pero el balón no le duraba nada a los azulgranas en sus botas y pasaba de un bando a otro casi constantemente.

Al descanso se llegó con el marcador inicial porque un despeje de Olivar, tras un saque de falta melillense (m. 1) se estrelló en el larguero, porque una dejada de Chota no encontró rematador (m. 13), un agarrón a Pavone dentro del área (m. 19) no pasó a mayores y porque Guede tropezó con un gran Toni en el minuto 43. Pero de entrada en la segunda se movió el marcador.

Un saque de esquina de Camacho, un rechace de Balbuena, Cobos que mete el balón en el área y Pavone, en esa citada posición con tufillo, para y manda a la red (m. 57). Arriesgó el Melilla, movió el banquillo y su dibujo Montes y el fruto lo recogió Guede. Se fue por velocidad de Fran Blasco y, como Toni tardó en salir, le cruzó el balón lejos de su alcance. Luego, mientras se esperaba el milagro que no llegó, nervios, pérdidas, imprecisiones y una latente desesperación. Esta vez el marcador no se movió.