No es una noticia que se produzca todos los días: un jugador profesional de baloncesto, con 29 años y en el mejor momento de su carrera, lo deja por los estudios. El cacereño Nando Vicario, que la temporada pasada fue uno de los nacionales más destacados de la Liga LEB defendiendo al equipo de su ciudad, ha tomado una decisión sorprendente desde varios puntos de vista. Su próxima aventura será empezar la diplomatura de Fisioterapia en Madrid y el único contacto con el mundo de la canasta será matar el gusanillo en el equipo vinculado con el centro en el que se ha matriculado, la Universidad Europea.

"La verdad es que llevaba unos meses pensándolo y me he decidido. Me ha dado un poco de pena y sé que puede llamar la atención, pero sé que es lo mejor para mí", indicó ayer a este diario. Dijo haber sopesado mucho la alternativa, pero estima que "lo más importante es el futuro. Los jugadores de baloncesto de mi nivel ganamos buen dinero cuando estamos en activo, pero no te da para ahorrar. El mundo de la fisioterapia me atrae bastante y me gustaría ganarme la vida con ello el día de mañana, cuando termine la carrera dentro de tres años". No será su única experiencia universitaria, ya que también ha estado matriculado en Relaciones Laborales en Santiago de Compostela.

OFERTAS A su puerta han llamado durante las últimas semanas varios equipos de la Liga LEB, atraídos por la polivalencia y la calidad que ha demostrado la pasada temporada con el Cáceres. "Me ha costado decirles que no", reconoce Nando Vicario, que cree que podrá superar, no obstante, la añoranza de competir a alto nivel. "Podría haber seguido jugando durante tres o cuatro años más, pero estoy contento con la decisión que he tomado", apunta.

Después de empezar en el colegio San Antonio y debutar en la ACB con apenas 19 años en el primer equipo del Cáceres, la parte central de su carrera ha transcurrido entre clubs extremeños (Plasencia y Doncel) y gallegos (Rosalía y Porriño).