«Este verano, un día, a las tres de la mañana, le mandé un audio diciéndole que cómo que se iba a retirar. Le pedí que se quedara con nosotros y así lo hizo. Su rendimiento ha sido tremendo». Lo dice Aarón Fernández (Tarragona, 8 de mayo de 1985) sobre Sergio Moya (Elda, Alicante, 30 de agosto de 1995), ambos jugadores de la UP Plasencia. Los dos anunciaron ayer que su etapa en la UPP se ha terminado en un año deportivamente muy bueno, pero no tanto fuera del campo, con contínuos problemas de cobro. La historia no deja de ser curiosa.

«Tiene muy buenas cualidades. Es un porterazo», dice Aarón sobre el meta. «Es muy joven. El año anterior no había jugado mucho porque también estaba Alex, que es muy bueno también. Le convencí para que firmara y ha crecido mucho». Sergio Moya ha sido uno de los mejores cancerberos del año en Tercera. «Hemos sido una gran familia. Siempre os llevaré en el corazón», subrayaba el portero en una emotiva carta de despedida. Tiene ya ofertas.

Aarón ha trabajado estrechamente el verano pasado con Luismi y con Rubén Borrallo a la hora de confeccionar la plantilla placentina. Gracias a sus gestiones («sin cobrar, ¿eh?», dice) llegaron al cuadro de la capital jerteña Tano, Borja Encada y también con Kofi o Kevin, con quienes había jugado en el Cacereño.

El propio Aarón anunció ayer que su adiós al Plasencia no entraña su despedida del fútbol. «Ni mucho menos. No, no, yo me encuentro muy bien, creo que me queda mucha cuerda aún». Su prioridad es quedarse en Extremadura. Él reside en Cáceres con su familia.