Periodista

El final feliz de la historia del ´nuevo´ Cáceres ha tenido momentos tensos, muy tensos. Ellos no lo admitirán públicamente, pero incluso la directiva actual ha estado a punto de irse en un par de ocasiones. La coyuntura ha sido tan grave que también ha habido jugadores que han amagado con marcharse, como el norteamericano Derell Washington o el comunitario Higgins, aunque al final se ha impuesto la calma y los jugadores tendrán hoy sus nóminas de septiembre y octubre y se acabará el problema.

La política también ha hecho lo suyo, tanto que los contactos del ayuntamiento con empresarios --ahora repetidos-- han hecho sobrevivir el proyecto. Figuran, incluso, nombres muy significados del pasado: Pedro Núñez, Abelardo Martín y Eduardo Chacón, además del presidente del Cacereño, Félix Campo, quien ya puso casi 30.000 euros para el aval anterior. Los cuatro figuran como patrocinadores también, aunque en los tres primeros con matices muy prolijos. El Cáceres sale a flote, pero la nueva versión de club, que será estrechamente vigilada por ´patronos´, puede dejar en un segundo plano al presidente o el gerente. Si ésa es la solución, bienvenida sea. Ya está bien de llorar.