Entrenador de baloncesto

Pese a que la élite no nos haya dado un año pródigo en éxitos, el basket en Extremadura tiene varios nombres propios que han brillado en este consumido 2002. Sin dudarlo, el entrenador del año ha sido Ñete Bohigas, que ha conducido a su equipo, el Plasencia Galco, a ganar la Copa Extremadura y clasificarlo para la Copa LEB con una plantilla modesta hecha a base de poco dinero y mucha imaginación. Ha demostrado que es el técnico extremeño con más conocimientos y calidad.

El jugador del año ha sido José Manuel Calderón. Fue mundialista en Indianápolis y es base del bicampeón TAU Vitoria. Con 21 años y salido del Doncel de Villanueva de la Serena, su proyección es enorme.

Como equipo, es de justicia destacar el papel del Don Frío Cáceres. Ascendido a la Liga Femenina-2, donde son la auténtica revelación, ya que marcha segundo. Un año redondo.

Para terminar, la cantera más laureada ha sido la del Cáceres CB, liderada por la generación nacida en 1986, ahora en categoría junior. Estos chicos han logrado ascender a Extremadura a categoría especial, han sido quintos en el nacional cadete y algunos entrenan asiduamente en el equipo ACB. Todo eso con tan sólo 16 años. Es una realidad que en Extremadura hay buenos entrenadores y buenos jugadores de baloncesto, tanto contrastados como por crecer, con lo cual sólo falta que desde el ámbito directivo se quiera apostar por lo nuestro.