Irena Vrancic se ha ganado otro mes en el Al-Qazeres. La jugadora bosnia, que tiene un contrato que se va renovando a criterio del club cada 30 días, continuará en diciembre ejerciendo como base reserva de Carla Nascimento.

Vrancic está cumpliendo con las expectativas que se habían depositado en ella y ha vuelto a mejorar después de un ligero bajón. Sus números no están siendo de relumbrón (2,7 puntos y 1,4 asistencias en 14 minutos), pero está gustando mucho su aportación en los llamados ‘intangibles’ y se ha adaptado a la perfección a las ideas del entrenador del Al-Qazeres, Jacinto Carbajal.

«Si todo funciona, ¿para qué tocar? Todo el mundo nos está dando cosas positivas», dijo ayer el técnico, que esta mañana partirá con las jugadoras hacia Las Palmas para medirse al Gran Canaria en la tarde de mañana (20.00 hora peninsular).

El futuro de Vrancic en Cáceres no estará tan claro cuando termine de adquirir tono físico y de competición la base catalana Mariona Martín. Aunque ya ha regresado a las pistas --tanto con el primer equipo como con el filial de Primera--, todavía tiene que estar a su mejor nivel tras un año sin jugar por lesión. «Más tarde se valorará. Ahora no tenemos dudas sobre Irena», sentenció Carbajal.

El equipo la echó de menos las dos semanas anteriores, cuando estuvo con su selección y apenas pudo participar en la preparación del choque ante el Araski. Ahora sabe que, al menos, pasará la Navidad en el Serrano Macayo.