ITALIA: Buffon; Panucci, Nesta, Cannavaro, Zambrotta; Pirlo; Gattuso (Favalli, m.75), Perrotta, Cassano (Fiore, m.69); Del Piero (Camoranesi, m.81), Vieri.

SUECIA: Isaksson; Mikael Nilsson, Melberg, Jakobsson, Edman (Allback, m.76); Wilhelmsson (Mattias Jonson, m.66), Linderoth, Anders Svensson (Kallstrom, m.54), Ljungberg; Ibrahimovic, Larsson.

GOLES: 1-0. Min.37: Cassano, de cabeza; 1-1. Min.85: Ibrahimovic.

ARBITRO: Urs Meier (SUI). Mostró cartulina amarilla a Gattuso, Cannavaro, Edman, Zambrotta y Linderoth.

Un gol de Zlotan Ibrahimov cerca del final (m.85), cuando todo hacía presagiar el triunfo italiano, dejó un empate (1-1) entre Italia y Suecia que acerca al equipo sueco a los cuartos de final, mientras que complica las de uno italiano que se había reivindicado merced al criterio y personalidad de Pirlo.

Un empate que fue todo un jarro de agua fría para una selección italiana que jugó mejor, que incluso había gustado y que se había impuesto en todas las líneas a un rival que, quizás, salió demasiado conservador.

Se presentaba, pues, una Italia más ofensiva y con mejor espíritu de creación de lo habitual, fiada a los buenos pies y agilidad mental de Pirlo y a la "chispa", indolencia y frescura de Cassano. Y, sobre todo, menos especulativa y a la espera de lo que hiciera el rival.

Suecia, en cambio, no presentó más cambios en relación al excelente debut ante Bulgaria (5-0) que la baja del lesionado lateral Lucic, por lo que se retrasó la posición de Mikael Nilsson y entró Wilhelmsson. Ahí estaría después su talón de Aquiles.

La mejoría de imagen de Italia se vio desde el inicio: Pirlo ordenaba, mandaba y ponía geometría al juego de un equipo que tenía en el rudo correcaminos Gattuso al jugador infatigable, generoso y que se bastaba y sobraba para pelear físicamente.

Curiosamente, pese a seguir machando Italia por la banda izquierda, fue por la derecha por donde llegó el 1-0: centro de Panucci y remate de cabeza, apenas rozando, de Cassano (m.37), quien había ganado la espalda a los dos centrales.

Cassano, tras el gol, su segundo en la selección absoluta, se volvió a la tribuna donde estaba su capitán romanista Totti con su novia y le lanzó un beso.

SEGUNDA PARTE En la segunda mitad, el conjunto italiano cedió algo de terreno a una Suecia, lógicamente, más ambiciosa. Pero la presión italiana producía continuos robos de balón y, con ello, lanzaba peligrosos contragolpes que pudieron haber terminado con el segundo tanto si Del Piero hubiese tenido algo de la brillantez de otros tiempos.

Al equipo sueco le seguía costando romper la presión rival y, cuando lo hacía, se estrellaba en el buen hacer de Nesta y, en especial, del meta Buffon, quien en el minuto 77 salvó al desviar un disparo cercano de Johnson.

Los minutos finales fueron de empuje sueco y de sufrimiento italiano. El empate estaba cerca y llegó en una confusa acción en el área transalpina, donde Ibrahimovic (m.85) tocó lo justo, de espaldas, ante Buffon.