A Italia nunca se la puede dar por muerta. Esa es una máxima en el mundo del fútbol, y hoy se ha vuelto a demostrar. El juego desplegado durante los tres partidos disputados ha dejado bastante que desear; en varias ocasiones ha estado moribunda, sobretodo con el penalti en contra frente a Rumanía en el minuto 84, cuando se apareció San Buffon, pero ahí está. Ya ha llegado a cuartos y la historia ha demostrado que a partir de esta ronda, cuando todo se decide en un único partido, es cuando los italianos mejor se desenvuelven.

Precisamente en ese penalti que el guardameta italiano detuvo a Mutu se empezó a ganar el pase. Italia, pese al empate, salió con la moral fortalecida, viendo que, pese a que estuvieron al borde del abismo, seguían vivos, mientras que los rumanos se vinieron abajo quizá conscientes de que habían desperdiciado una oportunidad única. Y hoy ese vuelco en la moral se reflejó. Los italianos estuvieron correctos, conocedores en todo momento de que iban a ganar, y Rumanía se mostró impotente ante una Holanda plagada de suplentes.

Todo en contra para Francia

A priori hoy se presentaba uno de los mejores encuentros que puedan disputarse en el planeta. El actual campeón del mundo y el actual subcampeón necesitaban la victoria para tener opciones de clasificarse, y los dos seleccionadores sacaron toda su artillería para llevarse la victoria, reflejada en Benzema para los franceses y en Cassano para los italianos. Pero a los siete minutos llegó el primer mazazo para los de Doménech: en una acción defensiva Ribery se dañaba la rodilla y se veía obligado a abandonar el terreno de juego. El hombre más peligroso de los galos no podía jugar más.

Italia estaba siendo bastante superior. La fuerza azzurra en el medio campo, con De Rossi, Pirlo, Gattuso y Perrotta, ahogaba a los franceses, que tenían que recurrir al pelotazo. Los italianos, por su parte, iban teniendo sus oportunidades, siempre por medio de Toni, que, pese a estar gafado cara a gol en esta Eurocopa, supuso una pesadilla para la defensa francesa.

Precisamente en una jugada de Toni, que controló un balón increíble dentro del área, llegó la jugada que truncó el partido. Abidal, incapaz de defenderle en todo momento, cometió penalti sobre el punta del Bayern, y además vio la roja. Pirlo se encargó de transformar la pena máxima con una tranquilidad abismal, colocando el esférico por la escudra. En 25 minutos Francia se veía por debajo en el marcador, con uno menos y con Ribery lesionado. Demasiado cuesta arriba para una selección que ya venía tocada mentalmente.

En los cinco minutos posteriores Italia pudo dejar finiquitado el encuentro, pero la falta de puntería de Toni, que dispuso de hasta cuatro buenas ocasiones, mantuvo con vida a los de Doménech. Esperemos que el ex de la Fiore continúe así en cuartos... Los azzurri controlaron perfectamente el encuentro hasta el descanso, con un Pirlo que hoy sí demostró la calidad que atesora.

Al borde del descanso, nuevamente pudo llegar la sentencia, cuando Grosso botó una falta muy cerca de la frontal que se estrelló en el palo. En esa jugada Perrotta cayó al suelo, reclamando penalti, y los franceses continuaron la jugada sin echar el balón fuera. Los jugadores italianos se quejaron en esa jugada y, fruto del calentón, Pirlo realizó una entrada a destiempo sobre Benzema, lo que le supuso la tarjeta amarilla, segunda del campeonato. El timón italiano no podrá jugar frente a España.

Francia lo busca, pero De Rossi sentencia

La segunda mitad se inició con los franceses buscando desesperadamente el empate, resultado que tampoco les valía, y Benzema, quizá el mejor hombre galo hoy, y Henry dispusieron de algunas oportunidades, aunque sin demasiado peligro. En esos minutos de incertidumbre italiana, con el balón totalmente en posesión contraria, llegó la tarjeta para Gattuso, con lo que `Rinho´se pederá también el partido de cuartos. Dos bajas muy sensibles para el equipo de Donadoni.

Y cuando peor estaban las cosas para Italia, como suele pasar, llegó el gol de De Rossi. Falta que el centrocampista de la Roma golpea desde lejos, el balón rebota en la barrera y despista a Coupet. Tal como estaba el encuentro y visto el estado físico de los franceses, ese gol podía suponer la sentencia, y así fue.

A partir de ese momento los azzurri se dedicaron a mantener el balón y dejar el tiempo pasar, algo que se les da de maravilla. Donadoni, además, aprovechó para hacer probaturas de cara al partido contra España, dando entrada a Aquilani y Ambrosini por Gattuso y Pirlo. Quizá por ahí vayan los tiros contra los de Luis...

En los últimos 20 minutos tan solo destacar un disparo de Benzema que provocó el paradón de turno de Buffon, en la que fue su única intervención en todo el encuentro, y otras dos ocasiones falladas por Toni, que sigue haciendo todo perfecto menos el remate a puerta.

Cuando el árbitro señaló el final, y conocedores del resultado del otro partido del grupo, los italianos estallaron de júbilo. Casi todos los abrazos se dirigieron a Buffon, y no por el partido de hoy, sino por el penalti detenido a Mutu gracias al cual se había hecho real el pase a cuartos.

Ahora, España

El próximo domingo será cuando Italia dispute sus cuartos de final, frente a España. El peor rival que podía tocar a los de Luis es el que se va a cruzar en el camino. Hasta el momento, los españoles han jugado mucho mejor que los italianos, pero esto ya es cuartos, y nada de lo hecho hasta ahora vale de nada. Italia siempre es Italia, veremos si España es la de siempre también, o esta vez puede cambiar la historia. Por lo pronto, partimos con una ligera ventaja: los azzurri han perdido a Pirlo y Gattuso, dos hombres muy importantes, por tarjetas, mientras que Aragonés podrá contar con todos sus efectivos.

Francia, por su parte, se despide el europeo con un papel paupérrimo: un punto de nueve, seis goles encajados y sólo dos anotados. El cambio generacional urge, y como única nota positiva destacar los buenos partidos de hoy de Benzema y Toulalan que, junto a Ribery, deberán liderar esa nueva generación.

Ficha técnica:

0 - Francia: Coupet; Clerc, Gallas, Abidal, Evra; Makelele, Toulalan, Govou (Anelka, m.66), Ribéry (Nasri, m,10 (Boumsong, m.26); Benzema y Henry.

2 - Italia: Buffon; Zambrotta, Panucci, Chiellini, Grosso, Pirlo (Ambrossini, m.55), De Rossi, Gattuso (Aquilani, m.82), S. Perrotta (Camoranesi, m.64), Toni y Cassano.

Goles: 0-1, m.25. Pirlo, de penalti. 0-2, m.62: de Rossi.

Árbitro: Lubos Michel (SKV). Mostró cartulina amarilla a Evra (m.18), Pirlo (m.44), Chiellini (m.45+3), Govou (m.47), Gattuso (m.54), Gallas (m.72) y a Henry (m.85). Expulsó con roja directa a Abidal (m.24).

El crack

Daniele de Rossi jugó hoy al nivel que se espera de uno de los mejores "todocampistas" del mundo. Defendió, luchó, dio salida y llegó arriba con calidad. Además, un gol suyo, aunque de rebote, sentenció el encuentro. Crack.

El bluff

Abidal fue un coladero en los 25 minutos que estuvo en cancha. Toni le superó todas las veces que quiso y como quiso. Fruto de esa inferioridad llegó el penalti y su expulsión. Boumsong, su sustituto, fue mucho mejor.

El gafe

Frank Ribery, la estrella de esta selección francesa, sólo pudo jugar 7 minutos. En una acción defensiva trató de robar la pelota a Zambrotta, con tan mala suerte que se dañó la rodilla y tuvo que abandonar el campo. Además, la lesión parece muy grave. Una lástima.