El exjugador del Caja San Fernando, el placentino Iván Corrales, ha sido absuelto de violar a una joven de 21 años, a la que conoció en un bar, con el argumento del testimonio "poco coherente y razonable" de la denunciante y la "escasa entidad" de las lesiones.

La sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla considera probadas las relaciones sexuales que ambos mantuvieron en la madrugada del 12 de noviembre de 1999 en el apartamento del deportista, tras coincidir en un pub de la calle Zaragoza, pero razona que no se ha demostrado que Corrales ejerciera violencia sobre la joven R.A.F.

El deportista extremeño, ahora jugador del Avellino italiano, se ha visto libre así de los 9 años de cárcel que pidió el fiscal para él, que la acusación particular elevó a 15 años.

Según la sentencia, la joven presentaba una erosión en el hombro, pero "es tan genérica que podría tener cualquier origen" y el hematoma en el muslo era de "escasa entidad" y además "no justifica la existencia de violencia porque resulta extraño que tan sólo apareciese en uno de los muslos, pues lo lógico es que para superar la resistencia tendría que haber usado fuerza en ambas piernas".

CONSENTIDAS

Por lo tanto, los jueces consideran que las erosiones "se pudieron producir incluso en relaciones consentidas o por otro mecanismo".

El tribunal señala que "ninguna de las lesiones que el médico apreció en la denunciante acreditan de forma fehaciente y con la seguridad que exige un proceso penal que el acusado ejerciera violencia física".

La sentencia cita datos que demuestran que la acusación de la chica fue "poco coherente y razonable", como que el deportista le preguntó "que si se iba con él, frase que en el contexto en el que se dice suponía una proposición de relaciones".