La serbia Ana Ivanovic confirmó, con su victoria en la final de Roland Garros ante la rusa Dinara Safina, por 6-4 y 6-3 su puesto de número uno del mundo, ganado tras acceder a la final y ahora inicia su reinado en el circuito femenino. "Todavía no me creo esto", afirmó la serbia minutos antes de recibir el trofeo Suzanne Lenglen de manos de la belga Justine Henin, que la derrotó en la final del año pasado antes de retirarse esta temporada. Fue una ceremonia que pareció como un relevo en la cima del tenis mundial.