La reunión entre Jaime Lissavetzky y los tenistas enfrentados con Pedro Muñoz, presidente de la federación española de tenis, se transformó en una maratoniana excursión por media Europa que el secretario de Estado comenzó en Alicante, siguió posteriormente en París y no finalizará hasta hoy en Dusseldorf.

"Es el momento de buscar soluciones a la polémica que se ha suscitado, y no culpables. El tenis puede salir reforzado de esta crisis", dijo Lissavetzky antes de entrevistarse en Villena con Juan Carlos Ferrero. El máximo responsable del deporte español busca una paz que pasaría porque Muñoz no se presentara a la reelección el próximo diciembre y los tenistas aparcaran su amenaza de no acudir a los actos promocionales de la federación.

Lissavetzky se reunió por la noche en París con Rafael Nadal, Tommy Robredo, Nicolás Almagro y Carlos Moyá para informarles de la situación, aunque antes de marchar de Mallorca Moyá se mostró tajante contra Muñoz en IB3 TV. "Nos ha toreado a nosotros y a todo el mundo. Yo ya me hubiese ido. Tiene -10 de dignidad".