Existe una clara unanimidad respecto a quién es el favorito para ganar la Liga Femenina: el Perfumerías Avenida de Salamanca es el equipo más potente económicamente y el que, al menos sobre el papel, el que está mejor construido. Luego tra cosa será lo que dicte el parquet. Sin ir mucho más lejos, hace dos temporadas, las charras dejaron escapar sorprendentemente el campeonato ante el Spar Citylift en una situación similar de favoritismo.

La cierta euforia que vive el basket femenino español por la plata conseguida en los Juegos Olímpicos de Río no ha supuesto una revitalización económica de la competición doméstica. Baste el dato de que, de las doce jugadoras que lograron el éxito a las órdenes de Lucas Mondelo, menos de la mitad (cinco) tiene trabajo en España. Las principales estrellas (Laura Nicholls, Anna Cruz, Alba Torrens, Laia Palau, Marta Xargay y Astou Ndour) buscan mejores contratos en Rusia, Turquía, República Checa, Italia e incluso la WNBA norteamericana.

El Perfumerías tiene a tres de las subcampeonas: la base Silvia Domínguez, la alero Laura Quevedo y la pívot Laura Gil. Para asegurar el título debe bastar con ellas tres, el fichaje de la figura nacional del futuro, Ángela Salvadores, y una fuerza multinacional de jugadoras de buen caché en Europa.

El Girona se rebela contra ello. Tiene otra plata olímpica, Leonor Rodríguez (marginal en Río), y un proyecto que se ha distinguido por jugar al ataque y la complicidad en el vestuario. Rosó Buch, que jugó en el Femenino Cáceres siendo apenas una junior, oposita como ‘primera espada’.

Después hay una amalgama de equipos que lucharán por ocupar los puestos de ‘playoff’, que estaba temporada se amplían de los cuatro primeros a los seis. Mann Filter, Cadí La Seu, Gernika, Bembibre, Gipuzkoa... La mayoría se ha esmerado en la construcción de sus plantillas dentro de las limitaciones económicas de esta época, alejada de aquella en la que el desaparecido Ros Casares gastaba más que nadie en Europa.

¿Por abajo? Habrá navajazos para evitar la quema de acabar entre los dos últimos. Araski, Gran Canaria (repescado gracias al ‘crack’ del Conquero, último campeón de Copa) y Ferrol, CREF Hola aparecen como oponentes directos de un Al-Qazeres más curtido. H