Cuatro juegos y poco más de una hora en pista. Garbiñe Muguruza no tuvo su mejor día en el Masters de Singapur. La española encajó un duro correctivo ante la checa Karolina Pliskova que la venció por un contundente 6-2 y 6-2. Un jarro de agua fría a sus aspiraciones en el Masters femenino. Mientras Muguruza deberá jugarse el pase a las semifinales mañana ante Venus Williams, su rival, Pliskova, se aseguró la clasificación directa y, además, como primera del Grupo Blanco de las WTA Finals.

«No me esperaba un resultado así. Ahora estoy un poco triste pero intentaré dar la vuelta a la situación en el próximo partido. Es lo bueno que tiene este formato. A ver si lo hago mejor», explicó Muguruza tras un partido que nada tuvo que ver con su debut en el torneo cuando se deshizo de la letona Jelena Ostapenko con gran facilidad. Ayer la española mostró la otra cara de la moneda en su juego. Pliskova se impuso con una facilidad inesperada para ella misma. «No esperaba ganar tan fácil», dijo la tenista checa, recordando la derrota encajada hace un par de meses en Cincinnati ante la española (6-2, 6-3). Pliskova le devolvió el golpe y sumó la séptima victoria en sus enfrentamientos.

Fría, sin convicción, parada de piernas, desconocida, Muguruza iba de un lado a otro de la pista sin encontrar la fórmula para evitar la tormenta que le venía encima. Y nada cambió en el segundo set. Después de desperdiciar dos break points en el primer juego, la española vio como Pliskova le rompía dos veces más su saque para colocarse 5-0 y tener un 0-40 para cerrar el partido. Muguruza aguantó la agonía un par de juegos más. Un duro golpe. «Espero que no me afecte en mi confianza y que no vuelva a pasar en el próximo partido», dijo. Muguruza no podrá fallar ante Venus Williams si quiere estar en semifinales y seguir optando al número 1 mundial.