La velocidad es su virtud. Lo dice sin rodeos Javi Bernal, la flecha del Diocesano: «Es lo que más me gusta, me encanta que me tiren balones a la espalda de los defensas y correr más que ellos». Ya ha marcado cinco tantos y en la tabla de goleadores de la Tercera extremeña solo le supera Ensa, que lleva ¡nueve¡ en ocho partidos. «Estos cinco goles dan mucha confianza, sobre todo si lo comparo con la temporada pasada, cuando hice seis», dice con desparpajo el lantero colegial.

Nacido en Badajoz hace 20 años (13 de mayo de 1999), es el menor de tres hermanos y empezó en el fútbol como casi todos los niños, en las pistas de su barrio, Puerta Palmas. En benjamín empezó a jugar en el Flecha Negra y ahí ha pasado más de media vida, «doce o trece años». Cuando sus obligaciones le llevaron a Cáceres para estudiar Ciencias del Deporte, hace tres años, se enroló en las filas del Dioce, para jugar su último año de juvenil en División de Honor. La temporada siguió en el conjunto colegial, aunque ya en el sénior de Tercera, donde ahora continúa divirtiéndose.

Porque ese, seguir divirtiéndose, es el objetivo de Javi Bernal, muy centrado en su formación académica.

La temporada pasada, cuando tuvo la confianza de Rai para jugar muchos minutos, le sirvió de aprendizaje, de adaptación a una categoría muy diferente a la División de Honor, «que es como jugar en el parque con tus amigos». «Me ha dado cierta experiencia», dice con humildad, «no mucha, pero sí la suficiente para hacer este año las cosas mejor». Y ahí está, marcando goles. Y más que quiere hacer para ayudar al Diocesano a conseguir los objetivos, «la permanencia, que es lo importante». Para conseguirlo sabe que hay que volver a sumar de tres en tres, algo que el Dioce no consigue desde hace cuatro jornadas («nos hemos enfrentado a equipos de arriba»). Este domingo lo intentarán en Valverde de Leganés, «muy cerca de Badajoz», muy cerca de su casa.

La clave de su mayor acierto goleador, además de en la experiencia, puede estar en la forma de jugar de un Diocesano plagado de gente muy joven, como él. «Este año queremos meterle mucha intensidad a cada partido, no parar, cansar al rival. Queremos que el balón no pare. Y, como yo corro mucho, me viene de lujo. Además, me encanta», apunta con entusiasmo.

Ídolo de Messi, Ronaldinho y Saviola («cuando era pequeño mis padres me regalaron una camiseta suya, con el 7, y siempre me ha gustado»), y aficionado del Barça, no se obsesiona con grandes metas en el mundo del fútbol. ¿Jugar en Segunda B? «Gustar me gustaría, pero no es lo principal. Quiero disfrutar, ir a los entrenamientos y pasarmelo bien, porque lo principal son mis estudios», añade Bernal, seguro de sus prioridades, pero ahora presa de su pasión, el deporte.