En pocos días se cumplirá un año de la llegada de Javier Álvarez de los Mozos (Burgos, 9 de febrero de 1976) al Villanovense. Un entrenador que en poco tiempo implantó su carácter al equipo y que le dio la vuelta a una situación que, sin ser dramática, no era buena. Al final, subió a Segunda B. Tras ser uno de los equipos revelación del grupo y después de cargar pilas en casa el reto del técnico es mantener esa competitividad que le ha llevado a tener al equipo en puestos de fase de ascenso.

---¿Da tiempo a desconectar en estos días?

--Sí, han sido ocho días. Lo suficiente para desconectar, estar con la familia, que está un poco lejos y hemos estado bien, hemos aprovechado el tiempo.

--¿Es usted de los que ven fútbol también en vacaciones o prefiere otras cosas?

--Nada de fútbol. No he visto ni las jornadas de primera división. No he visto nada. He estado con la familia y cuando mi padre ponía algo de fútbol le decía ‘quita eso’, no quiero saber nada. Cuando desconecto lo hago del todo.

--¿Usted es normal o es de esos a los que se les pregunta el nombre del delantero suplente del West Ham y lo sabe?

--No. Suelo ser muy disciplinado para mi equipo y suelo analizar y conocer perfectamente a nuestros rivales. Pero luego no suelo seguir mucho otras ligas y otros equipos. No me gusta mucho el fútbol por televisión. Si puedo verlo en directo prefiero ver un partido de Tercera en directo que un partido de Champions en televisión.

--Estos días suelen ser de balance y reflexión también. ¿Está satisfecho con lo que ha hecho usted y su equipo en 2020?

--Sí, la verdad es que en lo profesional y en lo deportivo ha sido un buen año. Nada más empezar el año encontré trabajo y a partir de ahí todo fue muy bien y todo muy rodado. Contento por la decisión que tomé en su momento y cómo fue todo.

--Mirando con perspectiva alguien puede pensar que el trabajo fue menos complicado de lo que fue partido a partido ¿Se encontró con un Villanovense que estaba peor de lo que parece?

--Hay que respetar el trabajo hecho por el técnico anterior. El equipo estaba bien, no me encontré un equipo que en el plano físico estuviera derrotado. Nosotros intentamos poner nuestro aspecto táctico y recuperarles mentalmente por ese mazazo que habían tenido a final de año con ese 5-1 y por esos resultados negativos que les habían generado dudas. Pero era difícil porque equipos como Coria y Cacereño no perdían puntos y había que cogerles. Y fuimos capaces de hacerlo.

--¿Esa exigencia competitiva del año pasado ha influido positivamente en que el equipo mantenga esa inercia sobre el campo?

--Mis equipos se caracterizan un poco por eso. Ese gen competitivo, esa manera tan agresiva de jugar (en el buen sentido de la palabra) lo tuvimos y lo hemos tenido este año y a pesar de que hay jugadores nuevos. El equipo mantuvo al final de la temporada pasada. Cuando un equipo viene de ascender y de tener buenos resultados tiene que notarse ese trabajo de la temporada anterior y esa manera de hacer las cosas, quizá en eso sí que nos hemos podido beneficiar.

--Han optado por dar mucha continuidad a la plantilla. Una plantilla que usted valora que tenga muchos extremeños y que sea joven.

--Soy un entrenador al que le gusta la meritocracia y que lo único que hago es valorar el rendimiento. En ese sentido me da absolutamente igual la edad, el futbolista o de donde provenga, sea mayor o más joven. Los chavales jóvenes que más minutos están jugando como Escudero, Samu o Fran Viñuela lo están haciendo por méritos propios y no me fijo en la edad del futbolista para ponerlos sino en que tengan capacidad para hacerlo. Sobre los jugadores extremeños y jóvenes es un acierto del club. Hay que tener una buena visión para poder ver qué chavales jóvenes de aquí tienen condiciones para poder jugar en una categoría superior. Estoy muy contento con todos.

--¿El reto es mantener el nivel mostrado hasta ahora y sólo fijarse en competir al máximo?

--El objetivo nuestro tiene que ser el competir todos los partidos y tratar de sumar el mayor número de puntos posible y a partir de ahí ya veremos en qué lugar de la clasificación tenemos que estar. No buscamos un número de puntos ni nos ponemos objetivos excesivamente altos para no caer en ningún error. No tenemos que luchar por mantenernos ni luchar por ascender, tenemos que sumar en todos los partidos y sumar el mayor número de puntos posible.

--Una de las claves puede ser el orden que muestra siempre el equipo y la seguridad.

--Hemos perdido dos partidos en liga y ha sido por 1-0, en Badajoz y Melilla, contra dos buenos equipos y ningún equipo ha sido capaz de meternos dos goles. La verdad es que el equipo da muestra siempre de seguridad, algún día la liaremos y no será así, pero creo que el equipo compite hasta el último minuto, tanto en Badajoz como en Melilla, e incluso contra la Cultural Leonesa los tres equipos acabaron pidiendo la hora. A los tres les metimos atrás y acabamos generando ocasiones de gol.

--¿Le ha pedido algo a los Reyes Magos?

--No soy un entrenador pedigüeño, ni que me enfade si no me traen. En ese sentido trabajamos bien con el club. Me he adaptado bien al club y creo que en ese aspecto el club está contento conmigo y hay una buena comunicación. Es la directiva y la dirección deportiva la que valora ese tipo de cuestiones. Yo quiero sacar el máximo rendimiento a la plantilla y con los jugadores que contamos lucharemos hasta el último día para conseguir los objetivos.

--El deseo deportivo puede ser la vuelta de todo el público y del ambiente en el fútbol modesto.

--Nos ha faltado esta alegría en todos los ámbitos. En el fútbol lógicamente no es lo mismo el ambiente con gente o con los estadios llenos que como ahora. Que haya gente en la grada es bueno porque será señal que las cosas han ido mejor en todos los ámbitos, a nivel social y sanitario. Y eso es lo verdaderamente importante.