Javier Cienfuegos (Montijo, Badajoz, 1990) reconoce estar en un momento "dulce", ya que recientemente ha situado el récord de España de martillo en 76,71, y aspira a mejorarlo "cada año un poco más".

El lanzador se prepara para llegar a la final de los próximos Mundiales de Moscú, como paso previo a su principal reto, la medalla en Río de Janeiro 2016.

La mejora del récord podría producirse progresivamente,al menos, hasta los Juegos Olímpicos de 2020, pues los martillistas llegan a su cenit a los 28 o 30 años. "En esas fechas se verá a lo que ha llegado Cienfuegos", indica.

De momento, le ha llegado el momento de competir de tú a tú con los grandes lanzadores de martillo en Moscú y está "motivado" para alcanzar una buena posición entre los referentes de esta especialidad.

A su juicio, es "más sencillo" obtener récords personales en las grandes competiciones, pues la competencia lleva a la superación pese a la "presión" añadida.

El martillista recuerda cómo fueron sus inicios: "Mi madre habló en el pueblo con Antonio Fuentes -su descubridor-, y le dijo que le iba a mandar a un hijo que tenía muy grande... así empecé".

Sus primeros lanzamientos los hacía con un martillo improvisado hecho con cuerdas de saltar a la comba y un balón medicinal enrollado con redes para cazar cangrejos.

"No había dinero para más", comenta en referencia a sus primeros años en Montijo.

Cienfuegos está convencido de que la buena escuela de atletas surgida de Montijo se debe al trabajo de Fuentes, que inculca a los más jóvenes los valores del esfuerzo y de la ilusión por el deporte.

El martillista ya estaba en Madrid a los 16 años, una adaptación que se hizo fácil pues "cada fin de semana viajaba a Extremadura" y por que "las cosas iban saliendo y los resultados llegando".

Pese a estar al máximo nivel, el lanzamiento de martillo "no da para vivir" y por ello continúa con sus estudios de educación física, pues los equipos de atletismo "no son como los del fútbol, son cuatro locos que aman este deporte y luchan para que cada año sobreviva".

Sus ídolos siguen siendo Manolo Martínez (peso) y Mario Pestano (disco), los últimos referentes de los lanzamientos en España, que con el paso del tiempo se han convertido en sus amigos.

"Con Manolo (Martínez) compartí habitación durante varios campeonatos, nos pusieron al más veterano con el más joven", bromea Cienfuegos, quien explica que con ello afianzaron más su amistad.