El árbitro es una de las partes imprescindibles de casi todas las disciplinas deportivas. Es un hecho que sin embargo a veces se olvida o directamente se ignora. No es el caso de la Gala del Deporte de Navalmoral de la Mata que premió a Jayro Muñoz García, colegiado de fútbol, como Mejor Deportista Masculino del año 2019. El galardón a la Mejor Deportista Femenina fue para Lidia de la Calle atleta de carreras por montaña y ultra trail.

El premio para Jayro se basó en su ascenso a Segunda B el año pasado y, como para el resto de galardonados, llegó con casi nueve meses de retraso ya que esta XX edición de la Gala del Deporte moralo debió celebrarse en marzo pasado y sufrió diferentes aplazamientos por la pandemia hasta que, por fin, tuvo lugar el pasado 3 de diciembre.

El galardón llegó apenas una semana después del debut en Primera División, como cuarto árbitro, de Jayro Muñoz García (Navalmoral, 24 de julio de 1997) que sigue por tanto acumulando avances en su firme carrera. Comenzó a pitar con 13 años, cuatro después ya estaba en Regional Preferente y con 20 años ascendió a Tercera División. En esta categoría fue elegido como el mejor de Extremadura en su primera temporada para ascender después de la siguiente a Segunda B con 22 años, en julio del año pasado. Se convertía en el primer nacido en Navalmoral en llegar a esta categoría, siguiendo la estela de Leandro Martín García, moralo de adopción pero nacido en Ledrada (Salamanca), que lo hizo a finales de los años ochenta.

Carrera ascendente

Jaro Muñoz debutó en el escalón de bronce del fútbol español en un partido que enfrentó en Salamanca al Unionistas y a la Real Sociedad B el último día de agosto del 2019. Dos semanas después se estrenó como cuarto árbitro en Segunda División en el partido Ponferradina-Alcorcón. Y sería en esta competición en la que fue protagonista de un choque que ya ha pasado a la historia del fútbol español. El 15 de diciembre del año pasado era el cuarto árbitro del Rayo Vallecano-Albacete, primer partido en ser suspendido por insultos a un futbolista (al visitante Zozulya) y el más largo del fútbol profesional español, ya que se reanudó el 10 de junio siendo a la vez el primero en jugarse en España tras el confinamiento.

Esta temporada cumple Jayro su segundo ejercicio en Segunda B B y, según reconoció, cumplió un sueño al debutar en Primera División el pasado 27 de noviembre en el partido Real Valladolid-Levante, siendo el cuarto árbitro de un partido dirigido por Valentín Pizarro Gómez, del colegio madrileño. Leandro Martín debutó también en Primera División, linier en su caso, en un Murcia-Osasuna en los años ochenta.

Felicitación de Gil Manzano

Jayro es árbitro de fútbol por encima de todo, pero también cultiva otras aficiones. Es cinturón negro de kárate, primer dan, y aficionado al atletismo popular, sobre todo a las pruebas de 10 kilómetros con medio centenar ya en su particular listado. Curiosamente hace años corrió la San Silvestre Vallecana sin sospechar lo que el destino le reservaba en el estadio donde acaba esta prueba. Tras recibir su premio en la Gala del Deporte moralo mencionó a Daniel Fernández, su ‘sensei’ en el karate, y a Manuel Ordiales, entrenador en su preparación física. Además, recordó emocionado el apoyo de sus padres, Guadalupe y Julián, y de su hermano Neroy, también árbitro de fútbol, que ha ascendido esta misma temporada a Tercera. Jayro se llevó una grata sorpresa cuando recibió en la gala la felicitación, a través de un vídeo, de Jesús Gil Manzano. El actual referente del arbitraje extremeño dijo alegrarse por que fuera Jayro «profeta en su tierra» y le animó a disfrutar este premio «al trabajo y al esfuerzo».

Terminó el pasado curso el grado en Derecho en la Universidad de Extremadura y actualmente está haciendo el master en abogacía.

Por si fuera poco, durante sus estudios en Cáceres confiesa haberse aficionado a la tauromaquia que podría perfectamente aparecer como otra de sus grandes pasiones. También ha impartido charlas de captación de árbitros, en centros educativos y a clubes de la zona, en las que intenta normalizar la figura del colegiado en el fútbol y alejarla de polémicas cultivando el juego limpio. Sigue luchando por avanzar en el arbitraje y de momento cubre etapas con éxito, pero también con reconocimientos que avalan su firme progresión. El futuro es suyo.