El Jerez está a punto de desaparecer. Ese ambiente y esa sensación, al menos, se respira en la ciudad templaria, donde no hay nadie que quiera hacerse cargo de las riendas del histórico club extremeño.

"Yo lo veo muy negro". Lo dice el expresidente y actual presidente honorífico del club, Angel Asensio. En los últimos tiempos, tras la dimisión de la directiva que presidía Manuel Gómez Senero, se han producido cuatro estériles asambleas, en la que ninguna persona ha manifestado su intención de presentar candidatura alguna.

No hay ni entrenador --el último, José Diego Pastelero, será el técnico del Melilla-- ni jugadores a la vista. Pese a que sonara el nombre de José Antonio Vázquez Bermejo, al final nada se ha hecho, paralizadas todas las gestiones para la continuidad.

"Sería una pena que ésto se confirmase", se lamenta Asensio, quien también considera que la crisis es general en el fútbol extremeño. "Hace sólo ocho años teníamos a uno o dos en Primera, y otro fijo en Segunda, y ahora estamos así, fatal", recuerda no sin nostalgia.

El Jerez jugó la última temporada en la Tercera División tras una milagrosa estancia en la Segunda B que se prolongó durante ocho temporadas.