Edad: 46 años.

Nacimiento: San Cugat del Vallés (Barcelona).

Cargo: Presidente del F.C. Barcelona desde hace cinco años.

Profesión: Abogado.

Títulos: Dos ligas y una copa de Europa.

Después de vivir la semana más difícil de sus cinco años como presidente del Barça, Joan Laporta ha recuperado el impulso de sus mejores tiempos. La sentencia favorableen el litigio de los avales y el entusiasmo que le despierta el proyecto de Guardiola, que hoy inicia los entrenamientos, con la vista puesta en la marcha de Ronaldinho, han reforzado su ánimo. Pero, pase lo que pase, estará obligado a someterse al juicio de la asamblea. Si le rechazan, se irá.

--Usted dijo: "Estoy buscando fuerzas para no hundirme". Acaba de sufrir una crisis durísima, que se ha cerrado con la dimisión de ocho directivos. ¿Cómo se siente ahora?

--Con mucha energía, con una fuerza renovada y muy ilusionado ante la temporada que está a punto de empezar. Tengo la conciencia tranquila. He cometido errores, pero a veces se ha dado una imagen de mí que no se corresponde. Creo que el balance general de cómo me he comportado es favorable.

--En medio de tanta tensión, la sentencia favorable en el tema de los avales ha sido un respiro.

--Es una muy buena noticia, el juez ha sido contundente y deseo que sea un paso más para la estabilidad y la calma que el club necesita. Siempre hemos defendido esta tesis. No nos podían imputar las pérdidas de una gestión que no nos correspondía.

--Cuando piensa en cómo se inició esta aventura, en el 2003, y ve que solo quedan cuatro directivos del grupo inicial, ¿no cree que todoshan fallado un poco?

--El modelo del club, el proyecto, los ideales están por encima de quienes los llevan a cabo. Los principios son los mismos, los que continuamos lo hacemos con la convicción de que el modelo es muy bueno. Es normal que, con el paso del tiempo, haya personas que vayan perdiendo la motivación porque hay mucha presión. Es la vida y ya lo sabíamos al principio. No me ha sorprendido. Es muy respetable que haya gente que se haya cansado, desmotivado, que la presión haya hecho mella en su moral, y también que otros con más resistencia, con más ilusión, con más convicción, continúen por sentido de la responsabilidad.

--¿En ningún momento ha tenido latentación de irse?

--No, nunca he pensado en dimitir. Soy una persona de convicciones, que toma decisiones, que mira adelante. Si viera que los resultados no son buenos lo habría dejado. Pero también he querido dejar claro para los que pudieran pensar que pretendo aferrarme al cargo que esa no es mi voluntad. Acepto que todo se focalice en mi persona y por eso decidí someter mi continuidad a la asamblea pese a que estoy legitimado para seguir hasta el 2010.

--Los directivos que dimitieron creían que sin usted era más fácil resolver la crisis.

--Para la estabilidad institucional, la propuesta que me hicieron de que dimitiera y que uno de ellos ocupara mi sitio no era viable. Primero porque implicaba que el presidente no habría sido elegido por los socios y segundo porque, en esa situación, muchos de los compañeros que me han apoyado, no habrían continuado. Así que se tendrían que haber convocado elecciones y, honestamente, creo que los socios no nos pidieron en el voto de censura que convocáramos elecciones, por tanto no era la solución.