El presidente del Barcelona, Joan Laporta, anunció ayer que habrá "un conflicto" con el Manchester United por la decisión del equipo inglés de fichar al jugador juvenil azulgrana Gerard Piqué, con contrato en vigor y sin que hayan alcanzado un acuerdo para el traspaso ambos clubes.

Piqué, un defensa central de 17 años y 1,92 metros de estatura, internacional español en las categorías inferiores, fue presentado ayer como nuevo jugador del Manchester United, e incluso se fotografió con una camiseta de este equipo junto al técnico Alex Ferguson.

Laporta informó de que el Barcelona ya ha enviado una carta a la Real Federación española de Fútbol, en la que le expone sus argumentos y pide que defienda sus intereses.

RECURSO ANTE LA RFEF Aunque no dio más detalles de ello, el Barcelona pretende que la RFEF niegue la transferencia internacional del jugador, lo que le impediría alinearse con el Manchester.

También explicó que habló con la FIFA de este tema cuando estuvo hace unas semanas en Brasil y que se ha enviado un fax a Piqué advirtiéndole de las consecuencias de su "actitud inapropiada".

En su opinión, el Manchester ha actuado en este caso "de manera beligerante" y ha hecho "una invasión de los derechos que corresponden a un equipo que ha formado el jugador".

Por ello, Laporta aseguró que el Barcelona "llegará hasta las últimas consecuencias y hasta todas las instancias". Según Laporta, el club advirtió a la familia de Piqué de las graves consecuencias que podía tener el jugador si acababa marchándose. También explicó que había mantenido una reunión con el abuelo de Piqué, el ex vicepresidente del Barcelona Amador Bernabeu: "le hicimos saber que quien puede salir malparado es el propio jugador a corto o medio plazo", en referencia a que puede encontrarse sin poder jugar si no recibe la autorización de la FIFA.