Damon Johnson también abandona el Cáceres. La marcha, confirmada anoche a este diario por el presidente verdinegro, Juan Francisco Luis, es un varapalo más para la entidad, que alarga así su crisis y se queda sin uno de sus referentes.

Luis y el propio Johnson se reunieron ayer tarde, en un desesperado intento del presidente de convencer al jugador para que se quedase después de que el comunitario hubiera decidido su adiós. No lo consiguió. El Cáceres se comprometió a dar la carta de libertad al alero el pasado día 26, si no percibía los atrasos, algo que ha sucedido. Tras una demora de cuatro días, la decisión se hizo firme. "Es un chico que me cae muy bien y estaba muy integrado aquí y será una pérdida muy importante, pero es una lástima que no hubiera podido esperar un poco más", dijo el presidente verdinegro, quien asumió también que la noticia le había producido un "disgusto muy grande".

A falta de que se concrete la fórmula por la que el jugador abandonará la entidad --si la carta de libertad se la da finalmente el club o, como dice el Cáceres, se la concede la federación de oficio-- el entrenador verdinegro, Ñete Bohigas, pierde así a un jugador más en esta temporada aciaga.

UNO MAS Johnson, como antes lo hicieron Higgins (León), Washington (Aracena) y Sallier (Bilbao) encontrará en breve otro club, aunque en su caso no podrá ser en la Liga LEB.

"Ahora tendremos que fichar", asumió Luis. El equipo, ya al límite, sigue trabajando en cuadro, y no sólo por la marcha de jugadores, sino por distintos problemas físicos de hombres como Juanmi Morales o Rivero, aunque el parón copero concede cierto margen de maniobra.

Mientras tanto, el club espera que la próxima semana se acabe, al menos, con la crisis puntual de no pagar a los jugadores. La empresa Tribugest y el ayuntamiento son la última esperanza del club tras el acuerdo alcanzado para que se pueda pagar.