Jorge Campillo concluyó con un agridulce segundo puesto uno de los torneos más especiales de toda su carrera. Si el golfista cacereño fue noticia el viernes por completar una vuelta de 59 golpes en el Nelson Mandela Championship, ayer repitió protagonismo concluyendo como subcampeón, a solamente dos golpes del vencedor, el local Dawie Van der Walt. La competición se disputó en Durban (Sudáfrica).

Campillo no tuvo un día tan extraordinariamente brillante como el anterior. Su recorrido se distinguió más bien por la regularidad y la prudencia, destacando el hecho de que cubrió el par de todos y cada uno de los hoyos en los once primeros que disputó. A partir de entonces empezó a emplear más riesgos, encadenando dos espléndidos birdies en el 12 y el 13, aunque eso mismo también le llevó a un bogey en el 15 que supuso un lastre en sus opciones de victoria. Aun así, supo mantener la tranquilidad y aseguró uno de los mejores resultados de su vida. La victoria en un torneo del Circuito Europeo continúa pendiente, pero en el entorno del golf continental se da por hecha si mantiene su nivel de juego.

RIVAL INSPIRADO Van der Walt, con el que el jugador extremeño había empezado empatado en el inicio de la tercera y definitiva jornada --el torneo se acortó en una por la lluvia del miércoles--, cimentó su triunfo en cinco birdies (3, 4, 6, 13 y 15) y sobre todo un eagle en el 12, un hoyo que se le dio especialmente bien, ya que el viernes también lo completó en 3 golpes siendo un par 5. En total presentó una tarjeta de 195 (67+62+66), mientras que por detrás Campillo se quedó en 197 (70+59+68), igualado con el inglés Matthew Baldwin (67+62+68) y por delante del francés Romain Wettel (198, 64+67+67).

Con este resultado, el cacereño confirma su gran arranque de temporada. En los cuatro torneos que ha disputado acumula unas ganancias de 120.916 euros --solo 92.100 por el subcampeonato de ayer--, lo que le sitúa en el decimocuarto puesto del Circuito Europeo.

Ahora tendrá unos días de vacaciones, en los que viajará a Estados Unidos para asistir a la boda de Jeff Overton, uno de los mejores golfistas norteamericanos y excompañero suyo en la Universidad de Indiana.