Pocos futbolistas más queridos durante los últimos años en el estadio Príncipe Felipe que José Carlos Romero Infante, conocido futbolísticamente como Checa . Los ingleses le definirían como uno de esos centrocampistas box to box , que lo mismo ayuda a los centrales con gran despliegue físico que se suma al ataque con peligrosidad. Se reencontrará con el Cacereño el próximo domingo vistiendo la camiseta del líder del grupo IV, el UCAM Murcia.

--¿Cómo vive los días previos a enfrentarse su ex equipo? Siempre se dice, en plan topicazo, que es un partido especial...

--Es que es verdad. Tengo ganas de ver a mis compañeros, a gente que ha trabajado conmigo durante dos años. A ver si llega ya el domingo.

--Tenía contrato en vigor, pero parece claro que acertó marchándose, ¿verdad?

--El objetivo era intentar formarme, buscar otro reto. Y la verdad es que lo estoy consiguiendo. El UCAM piensa más a largo plazo. Estoy contento con la decisión que tomé, aunque también es cierto que echo de menos Cáceres.

--¿Tan bien trata a los futbolistas el UCAM Murcia?

--Lo primordial aquí es formar al deportista, pero también a la persona, mediante el estudio y un montón de iniciativas alrededor.

--¿Qué está haciendo académicamente?

--Un máster de inglés y al mismo tiempo sacándome el curso de entrenador. Dan muchas facilidades para todo eso y es para estar contento.

--Conociendo la casa, ¿cuál cree que es el problema del Cacereño a nivel de club para que jugadores como usted acaben yéndose?

--Ninguno. Simplemente pensé que se había acabado mi etapa allí. Le debo mucho al Cacereño, a su afición. Tanto Antonio Martínez Doblas como Angel Marcos hicieron mucho por mí. Sin embargo, cuando tienes ya 31 años como yo ya buscas otras metas. Tienes que pensar más en el futuro.

--¿Se explica la situación deportiva del CPC?

--Hay que tener un poco más de paciencia porque la plantilla es buena. Siguen bastantes jugadores de la temporada pasada, aunque nos hayamos ido otros, como José Gaspar, que quizás era el mejor. Pero también han llegado otros grandes, como Elías Molina, que no hace falta hablar de él, o Plata, que ya lo teníamos el año pasado pero no pudimos disfrutar de él. Teo Tirado y Zamora están también muy bien, tienen mucha experiencia. Pero en esto del fútbol lo importante es que entre la pelota. Ahora con Angel Marcos están retomando la suerte y me alegro mucho. Desde luego tengo buenos amigos allí.

--¿Cree que Angel Marcos terminará de enderezar la situación y el equipo se salvará?

--Sin duda. He aprendido bastante de él. Es amigo y un gran entrenador. Que conste que Aitor Bidaurrázaga también. El año pasado trabajamos con los dos y eran los dos los que mandaban. Angel es más un alineador. Estoy orgulloso de tenerles como amigos y solo les deseo lo mejor.

--¿Habla a menudo con sus excompañeros?

--Claro. Con Carlos Valverde, por ejemplo. Vaya jugadón que hizo el otro día en el primer gol ante el Granada B, aunque la verdad es que no me sorprende porque tiene unas cualidades inmensas. Con Palero, Raúl Medina y Aarón también hablo mucho. Y con Marcos. Tenemos gran relación y charlamos mucho de fútbol, de los rivales del grupo...

--¿Con qué momento se queda de sus años en el Cacereño? Aquel gol que le anularon en Málaga hubiera dado la clasificación en la Copa...

--Aquello fue lo máximo. Lo vivimos muy intensamente. Eramos los únicos que creíamos en el Cacereño. Vimos que sí, que se podía. Ahora también hay que creer. Solo está a un punto de la salvación. Como para no creer...