José Carlos Romero Infante, futbolísticamente 'Checa' (Dos Hermanas, Sevilla, 26-4-1983), es el símbolo del 'nuevo' Cacereño. Su contagioso espíritu le ha granjeado el respeto de sus compañeros y el cariño de la afición, que le considera un líder. De una vida profesional dilatada, un dato: 12 años en Segunda B y solamente en el Lanzarote y su actual club ha permanecido dos temporadas.

--¿Cómo explica el cambio tan radical en estos dos meses?

--La verdad es que hemos pasado al principio momentos regulares, pero al final hemos conseguido tener una buena racha antes de volver al Príncipe Felipe. Supercontentos de cómo está siendo todo ahora, con la afición con nosotros.

--¿Pero ha habido algo especial que lo haya producido?

--No. Quizá que nos haya acompañado un factor muy importante como es la suerte. En los primeros partidos no merecimos perder los dos-tres partidos esos en casa. Ahora hemos cogido una gran confianza. Hemos aprendido de nuestros propios errores y lo estamos demostrando en el campo. No hay más.

--¿Usted cree que el Cacereño puede estar entre los cuatro primeros de la liga o es solamente una buena racha?

--Vamos a estar peleando arriba. No sé si entre los cuatro primeros, pero si no estamos entre los siete u ocho primeros será un fracaso total. Tenemos plantilla para estar ahí.

--Personalmente, ¿está siendo su mejor temporada como profesional?

--Yo casi siempre juego igual. Lo que hago es correr e intentar dársela a los que saben, que son Gaspar, Medina, Aarón, José Ramón... mi trabajo es ese, no es otro. Cuando Gaspar empieza a controlar, a hacer regates y me mira a mí siempre le digo: 'no me la eches, sigue tú. Si te están aplaudiendo a ti, no me la eches, que la pierdo'. El se ríe.

--¿Cómo un jugador tan valorado como usted no ha llegado ni siquiera a militar en un equipo de Segunda División?

--No lo sé. A lo mejor es que no lo he merecido al cometer muchos fallos. Hay jugadores que han estado conmigo de titular en Segunda B y ellos de suplente y han llegado a Segunda. Será porque se lo han ganado. En el fútbol no regala nadie nada.

--Ha tenido ofertas este verano, pero las ha rechazado, entre otras cosas porque tenía contrato con el Cacereño. ¿Se ha arrepentido?

--No. Tenía una muy buena y lo sabía quien lo tenía que saber, pero al final decidimos quedarnos aquí porque me siento muy identificado y estoy superfeliz. También mi mujer está contenta en Cáceres. Ya buscamos otras cosas muy distintas a cuando tenía 20 años. Si no me echan, me quedaré aquí.

--Entonces, ¿sus planes son quedarse en Cáceres?

--Tengo contrato aquí por éste y otro año. Se lo dije al presi: 'si no me echas, me quedo aquí'. En su día hablamos de ampliar el contrato más, sí, y lo hablamos. Ahí se quedó. Antonio Martínez Doblas sabe que no habrá problemas y que cuando no me quieran seré el primero en irme. Aquí hay gente apretando fuerte como Alcala o Elías, que vienen desde atrás. Si me tengo que echar para un lado, me aparto.

--El domingo fue capitán...

--Pero realmente lo son Mario Carrizosa y Palero. No jugaban el domingo y ahí estamos ayudando unos cuantos, los más veteranos, pero los capitanes y los que nos representan son ellos.

--Pero por su personalidad, ¿es el que manda en el vestuario?

--No. El que manda es Angel Marcos. Yo me siento respetado y yo también respeto a todos los compañeros. Yo tengo carácter en el campo, pero fuera me gusta estar de cachondeo. Me siento querido por todos y muy arropado.

--Aarón dijo la semana pasada que el de este Cacereño es uno de los mejores vestuarios en los que ha estado. ¿Y usted?

--Sin lugar a dudas. Pienso lo mismo. Es un grupo estupendo. Además, el entrenador nos está ayudando mucho y Aitor por Bidaurrázaga, el segundo técnico también, que es un máquina.

--¿Qué ocurrió el año pasado para que se desinflaran?

--Fallamos un poco todos, yo el primero. No nos lo terminamos de creer. Los 10 o 12 últimos partidos fueron malos. No ganamos. Los más veteranos: yo, Juli Ferrer o Santi Amaro debimos dar el paso adelante y no fue así.