DURANTE CUATRO TEMPORADAS Y MEDIA HA LIDERADO EL PROYECTO DEL MERIDA, QUE HACE 10 MESES CEDIO A UNA JUNTA GESTORA CON EL DESEO DE QUE ALGUIEN SE HICIERA CARGO DEL CLUB, LO QUE NO HA PASADO

José Fouto Galván, el que fuera presidente del Mérida desde el 2004 hasta hace diez meses, se lamentaba ayer del descenso administrativo del club: "El plan de viabilidad que tenía confeccionado la junta gestora era bueno para salir en Segunda B, pero la decisión de cinco o seis jugadores de no retirar la denuncia ha roto la ilusión y las esperanzas de 30 personas", aseguró Fouto, que es además el principal acreedor de la entidad (algo más de 1,4 millones de euros).

Esos futbolistas, según señaló Fouto a este diario, son Xavi Moro, Víctor Bravo y Samir, "y los otros tres o cuatro que durante toda la temporada les han seguido. Ellos han fastidiado a sus compañeros, que como poco tenían asegurado un 50% de lo que se les adeudaba y ahora apenas cobrarán un siete u ocho por ciento". El expresidente del Mérida asegura además que el comportamiento de estos futbolistas en el vestuario y en las concentraciones "ha dejado mucho que desear". "Pero a pesar de estos, los capitanes del equipo, Sabino y Molina, siempre les han defendida, una actitud que honra y dice mucho de estos dos últimos, que son grandes personas", añade Fouto.

Agradecimientos y deseos

Después de cuatro temporadas y media en las que "el club ha conseguido mucho éxitos", Fouto asegura que si por alguien lamenta lo ocurrido es "por todos aquellos que creían en el plan de viabilidad. Hay gente como Gudi, Sabino, David Castellón o Molina, entre otros, que durante los últimos días lo han dado todo por intentar seguir en Segunda B. A ellos y a las instituciones que a última hora intentaron negociar para que el Mérida siguiese donde estaba tenemos que estarles muy agradecidos".

El máximo acreedor del club recuerda que él es el que más pierde, pero que si de verdad lo lamenta "es por ese grupo de personas que en todo momento han estado dando la cara".

Por otro lado, Fouto espera que el club pueda salir en Tercera División, para lo que sería necesario alguien que se hiciera cargo del proyecto. Del mismo modo, reitera que el plan de viabilidad ideado por la junta gestora estaba muy bien montado. "Con él se podía liquidar la deuda del club con los futbolistas", dice, lo que ahora, con la entidad en Tercera, será más complicado, ya que los ingresos que se generan son mucho menores.

El plan de viabilidad de la junta gestora del Mérida pasaba por hacer una plantilla amateur, en la que los gastos en jugadores fueran mínimos. Además, con los ingresos que se fueran generando en Segunda B se pagarían las deudas.