José Fouto Carvajal, expresidente del extinto Mérida SAD, sigue en un hospital de Córdoba pendiente de conseguir un doble objetivo: poder seguir con su tratamiento de quimioterapia (paralizado ahora por tener las defensas muy bajas) y, de otro, evadir la cárcel (está condenado a tres años por un delito fiscal) amparado en los propios informes médicos de los especialistas.

El hijo del histórico exdirigente, José Fouto Galván, informó ayer que ha permanecido con su padre el fin de semana, al tiempo que elaboraba la preparación de más recursos para intentar demostrar en lo que ha insistido: las razones humanitarias que, según él, desaconsejan su ingreso en la prisión de Badajoz. Fouto sigue custodiado por dos policías.