«Soy optimista por naturaleza y por eso pienso que vamos a subir. Estamos a 180 minutos, a solamente dos partidos, y en el primero nos vale el empate, aunque no vayamos a salir a eso». José Luis Martín Rodrigo (Cáceres, 26 de septiembre de 1980, aunque realmente su pueblo es Torrejoncillo) es médico de urgencias en el Hospital de Coria y directivo del club celeste, en el que también ejerce de delegado de campo.

Hoy, con el presidente, Aurelio Gutiérrez, ‘Lely’, enfermero de profesión en el mismo centro sanitario, tienen un trabajo muy especial: organizar y realizar los test serológicos a plantilla y cuerpo técnico de un club que, con Cacereño, Villanovense y Extremadura B, jugará por el ascenso a Segunda B en la segunda mitad del mes de julio.

Martín es, en efecto, puro espíritu positivo y lo transmite con clarividencia, sin ambages. «Yo creo que se va a jugar», dice sobre la fase de ascenso en el Romano de Mérida. «Riesgo cero no va a haber nunca, pero es que tampoco lo habrá en ningún sitio, en ningún trabajo», enfatiza este profesional entusiasta del fútbol y la medicina formado en Badajoz, donde estudió, y en el que también el deporte ha sido parte de su corazón con el propio club pacense.

Además, conserva y alimenta una buena amistad con Juan García, el emergente técnico del Don Benito, al que conoció en la ciudad extremeña por su condición de visitador médico, además de haber entrenado al UD Badajoz. «Desde que ha empezado lo de la pandemia hemos hablado casi a diario», dice.

José Luis Martín, un apasionado del deporte también practicante del ciclismo, nunca fue futbolista porque no reunía las condiciones para ello. «Era muy malo, no servía, y en el equipo de Gefiscal me tuvieron que poner de entrenador», agrega distendidamente este padre de una pareja de niños a la que, seguro, quiere inculcar los mejores valores desde el deporte.

Hoy se pondrá en marcha con unos test que, aduce, son fáciles de realizar y que, muy probablemente, pueden dar algún positivo por pura estadística, «aunque ello no quiere decir que haya contagio». Por ello, pide prudencia y tranquilidad para lo que se viene y que no haya alarmismo en ningún momento.

Malos momentos

A nivel profesional asume haberlo pasado mal en los primeros días en el Hospital de Coria, cuando la situación desbordó a todos ante el desconocimiento de lo que llegaba y la rapidez de la expansión del virus y sus tremendas consecuencias. «Estando en primera línea, desde el 20 de marzo hasta abril fue realmente duro», asume, pero después apela a su condición: «yo siempre he sido optimista y creo que esto lo vamos a superar».

Sin embargo, la conversación con este diario se torna seria cuando se hace un llamamiento a la responsabilidad para lo que viene y las limitaciones que se imponen. «Se ha dicho que por qué sí puede haber público en el Festival de Teatro de Mérida y no en los partidos de fútbol. Está claro que en el fútbol es distinto y la gente expresa sus emociones, se abraza… y eso es muchísimo más difícil de controlar y yo me opondría), aclara. El día 19 de julio (22.00 horas) la semifinal entre su equipo y el Cacereño se disputará en el estadio Romano de la capital autonómica.

Martín incide en lo estrictamente competitivo y su pronóstico del ascenso del Coria tiene un protagonista. «Tengo el presentimiento de que David López nos lo va a dar», augura el galeno, un habitual desde 2004 también en eventos con la selección española de fútbol de protagonista.