ESPAÑA: Iker Casillas (Cañizares, m.46); Míchel Salgado, Puyol (Helguera, m.46), Marchena, Raúl Bravo; Albelda, Baraja (Xavi, m.46); Mendieta (Joseba Etxeberria, m.46), Guti (Capi, m.62), Vicente (Capdevila, m.79); y José Mari (Tristán, m.46).

BULGARIA: Zdravkov (Kolev, m.79); Kishishev, Kirilov, Georgi Petrov (Zagorcic, m.46), Ivailo Petkov (Stoyanov, m.70); Peev (Svetoslav Petrov, m.70), Borimirov (Yanchev, m.79), Stilian Petrov (Dimitrov, m.70), Martin Petrov; Manchev (Chilikov, m.46) y Berbatov.

GOL: 1-0, M.10: José Mari.

ARBITRO: Bruno Coue (FRA). Sin tarjetas.

La selección española ganó a Bulgaria (1-0) con gol tempranero de José Mari Romero, que volvía tras mucho tiempo, y aunque ni mucho menos tuvo continuidad, pero al menos permitió que Iñaki Sáez saboreara su primera victoria en un amistoso que su equipo se mantuviera invicto con el técnico.

España mejoró respecto al anterior partido contra Paraguay, aunque quizá se encontró con un enemigo más asequible atrás que el charrúa. No obstante, y aunque sea lógico, intercaló lagunas con buenos momentos. Lo más importante, empero, era el resultado y las conclusiones que puede sacar Sáez de las pruebas hechas.

El dúo de pivotes Albelda-Baraja funcionó como una máquina de relojería y Vicente fue ese jugador que crece día a día, ese zurdo que desequilibra con su habilidad y velocidad, aunque también fue a menos porque Kishishev se esmeró en la marca.

El valencianista fabricó una internada preciosa por la izquierda, hizo la pared con Baraja y su pase de la muerte fue aprovechado prácticamente a placer por José Mari, quien aprovechó su regreso a la selección y su titularidad con el gol (m.10) y varias llegadas.

Después, España perdió algo el sitio, perdió manejo y los búlgaros, sin hacer nada del otro mundo, se desenvolvieron con más tranquilidad y soltura, aunque Guti estuvo a punto de establecer el 2-0 al borde del descanso con un cabezazo que se estrelló en el palo derecho de la meta rival.

PRUEBAS

Sáez, que probó también la pareja de centrales Marchena-Puyol al no poder jugar Helguera por sanción en el partido clave de Ucrania, introdujo cinco cambios en el descanso.

La contienda perdió interés, se hizo aburrida, espesa y con escasez de llegadas pese a una mágica acción de Tristán tras dar un susto y estar un par de minutos en el banquillo con el doctor Genaro Borrás y dos llegadas sin precisión en el lanzamiento de Vicente y Capi, quien suplió a Guti para alegría de la afición granadina, ya que esta no olvida el paso del bético por el club local.

España fue de más a menos, pudo y tuvo opciones para ganar por más goles aunque tampoco brilló. Capi se gustó en la fase final, pero el gol no llegó y el ejercicio 2002 se cerró con un 1-0. Granada sigue siendo un feudo inexpugnable, donde ningún equipo ha marcado al cuadro hispano, ni siquiera una Bulgaria que está en plena reconstrucción pero que necesita a Balakov y la tensión de un choque oficial.

Sáez se marcha al 2003 invicto, pensando ya en el próximo amistoso de Alemania y en el compromiso clave de la fase previa de la Eurocopa en Ucrania.