Dicen de él que tiene unas condiciones extraordinarias para jugar al fútbol. De momento, su trayectoria y condiciones le avalan. Eduardo González, ´Edu´ es un joven cauriense que en septiembre cumplirá 18 años que acaba de vivir una experiencia que él mismo califica de "muy buena" en un equipo de la estructura canterana que el todopoderoso Milán italiano tiene montada desde hace varios años en Avila.

36 goles en la temporada. "Algunas veces juego con el 7; en otras con el 10", explica Edu, un jugador del que los técnicos destacan su polivalencia, su rapidez y su capacidad para golear. Con él, su padre y su tío, empeñados en que el chico busque el mejor acomodo y se centre en los estudios, que este año, en Avila, no han ido excesivamente bien.

Edu ha compartido vivencias con otros dos jugadores extremeños en la versión española del club del controvertido Silvio Berlusconi.

"Tiene ofertas, incluso de Suiza e Italia, para irse, pero nosotros queremos que se quede cerca", dice su familia.

¿El Cacereño?

El Cacereño juvenil, que este año estará en División de Honor, es una buena opción, opinan. Y para elllo estará en las pruebas que llevará a cabo el club verde el próximo miércoles en el Príncipe Felipe. "Desde aquí, desde Extremadura, se puede triunfar también", explica su padre, que espera también que su hijo pueda triunfar en el mundo del fútbol aunque para ello, recuerda, todavía falta un largo trecho.

Edu está asesorado por su propia familia y agentes como el extremeño Juan Luis Espada. Su entrenador, el italiano Vito Lavadane, habla maravillas de él y ya le ha comentado que tiene mucho futuro. Ahora tiene que demostrarlo madurando.

Rara avis es su condición de aficionado. "Real Madrid o Barcelona me dan igual; no tengo ningún equipo favorito", advierte. En lo único que piensa, ahora, es en triunfar porque, por encima de todo, insiste, "quiero ser futbolista".

Y en ello está el joven cauriense, un tipo aparentemente tímido del que, aseguran, se transforma sobre un campo de fútbol, en el que demuestra un insultante descaro.