Un rebufo puede proporcionar hasta siete décimas de mejora en una vuelta en Monza, una diferencia mucho mayor que la que existe entre los Ferrari o los Mercedes, o la que separa a los Renault, McLaren, Alfa Romeo... Así que toda la picaresca se puso en juego en el último intento de la Q-3 del GP de Italia, que se disputa hoy (15.10 horas) en Monza.

Nadie quería salir primero, el lío fue monumental hasta el punto de que solo Carlos Sainz y Charles Leclerc llegaron a tiempo para marcar tiempo en el último intento, lo que arrancó una sonrisa en la infantil cara de Leclerc en posesión del mejor tiempo, suficiente para atrapar la cuarta pole de la temporada.

Una semana después de anotarse el primer triunfo en F-1, Leclerc se asoma a la segunda victoria. El joven talento de 21 años suma en su primer año en Ferrari tantas poles como Fernando Alonso en cinco años en la Scuderia.