Juan Carlos Mejías es un extremeño que nació en La Zarza hace veintitrés años y que, de momento, no ha necesitado salir de su región para ir fraguándose una carrera en esto del fútbol. Tras dar el salto al primer equipo del Badajoz, este año ha recalado en las filas del Mérida, jugando todos los minutos, excepto cuando fue expulsado en la primera jornada frente al Extremadura. Tras recurrir el club dicha expulsión y tener éxito en sus reclamaciones, Juan Carlos ha estado siempre presente.

Su presencia la ha refrendado con cinco goles convirtiéndose así en el ´pichichi´ del equipo "algo que no me había pasado nunca", asegura el medio-centro, quien se muestra "muy contento por marcar, pero sobre todo porque los goles están sirviendo para ganar puntos" como ocurrió el pasado fin de semana en un campo tan difícil como el de El Puerto, donde no había ganado nadie.

Su compañero de fatigas en el centro del campo es Segovia. Entre ambos llevan la batuta de un equipo que sabe tocar y sufrir, porque "en esta categoría te encuentras campos donde es posible tocar el balón y otros donde hay que ponerse el mono de faena, y ambas cosas las estamos haciendo bien, no sólo el centro del campo sino también la defensa y la delantera", reconoce.

GANAR EN CASAPara mantener la buena situación que tiene el Mérida en la tabla, a tres puntos del cuarto clasificado, "hay que ganarlo todo en casa y arañar todo lo posible fuera" afirma Juan Carlos, quien, en la misma línea que su entrenador, Jaime Molina, apunta que "esta semana nos hemos adaptado muy bien a las condiciones del césped, hemos estado muy serios, hasta aprovechar nuestras ocasiones".

Precisamente, Molina, quien no hace rotaciones con Juan Carlos, pero sí en otras posiciones, sorprendió el sábado no dando entrada a Carreño, que hasta el momento era el máximo goleador del equipo. El preparador romano confiesa que fue una decisión técnica: "Analizando al rival, ellos podían dejar huecos en el centro del campo que podría aprovechar mejor un hombre como Carlos Rubén".

Por otra parte, quien no viajó fue Alberto por un problema muscular. Tras las pruebas realizadas, finalmente todo ha quedado en una contractura, por lo que aunque todavía es duda, si todo sigue su evolución normal, podrá estar para el derbi regional frente al Villanovense el domingo a las 17.00 horas en el Estadio Municipal Romano.