Vuelve el más grande. Dos años después de su retirada como jugador del Portland San Antonio de Pamplona, Juancho Pérez regresa a las pistas para jugar en el club que preside, el Escubal Badajoz, ante la falta de efectivos.

La pasada semana le tuvieron que hacer ficha porque no había las doce necesarias para inscribirse en la competición, y posteriormente entrenador y jugadores trataron de convencerle para que se uniera al grupo. Al final, accedió a entrenar esta semana y debutará mañana sábado a las 18 horas en el pabellón de La Granadilla, ante el Alcobendas.

Juancho Pérez explica que "es una decisión provocada por las circunstancias que hemos tenido en la configuración de la plantilla. El objetivo es empujar un poquito más y si el entrenador lo considera oportuno, ayudar los minutos que hagan falta". Preguntado cómo se encuentra físicamente a sus 37 años, Juancho es sincero. "Hecho unos zorros... La inactividad se nota y hay que empezar poco a poco. Aunque esta semana he entrenado, estoy a años luz, demasiado lejos de la forma que tenía cuando era profesional, pero hay que empujar y si queremos tener deporte de alto nivel en Extremadura tenemos que luchar todos".

SIN MIEDOS Juancho no tiene miedo a las lesiones. "Nunca me han preocupado. Es una faceta del deporte que te puede pasar en la cancha o en tu casa en el sofá", ni tampoco a las comparaciones con su nivel deportivo de hace diez años. "Estarán ahí pero el que no quiera entender por el motivo por el que vuelvo no me preocupa, porque será un estúpido". Bromea sobre las negociaciones con el presidente. "Han sido duras, pero no me cae mal del todo", y advierte que no entrenará todos los días ni hará muchos viajes, "pero el gran esfuerzo del equipo en Cangas me animó a jugar".