Juande Ramos recibió ayer el alta después de pasar la noche en un hospital sevillano y apuntó directamente a los principales dirigentes del Betis y del Sevilla como responsables en gran parte de lo sucedido durante el derbi sevillano, suspendido en el minuto 57 a causa del botellazo que dejó KO al técnico sevillista. El Comité de Competición puede cerrar hoy el Ruiz de Lopera y tiene que decidir sobre si el partido continúa a puerta cerrada o se da por terminado con victoria del Sevilla, que ganaba 0-1 en el momento de la suspensión.

Ramos, que deberá estar 48 horas en reposo, se puso delante de los medios de comunicación para pedir responsabilidades a los dirigentes e incluirse él mismo entre los culpables. "Hay un refrán que dice que el que siembra vientos recoge tempestades. Se pide buen comportamiento a los aficionados, pero los que estamos ahí somos los que peor nos hemos comportado... No puedes pretender que ellos se porten como corderitos cuando nosotros les hemos llevado a esa situación", dijo el técnico manchego.

Con su análisis coincidieron ayer medios del Gobierno, que temen que la federación no vaya a actuar con la dureza que la situación demanda. Las mismas fuentes lamentaron que aún no esté vigente la ley contra la violencia y el racismo que se tramita en el Congreso. En ella habrá un capítulo destinado a atajar con toda severidad las conductas de los dirigentes que inciten a la violencia con sus declaraciones.

La Comisión Antiviolencia se reúne hoy de forma extraordinaria y se da por descontado que su propuesta de sanción será más dura que lo que decida Competición. "El peligro es mirar hacia otro lado y hacerlo es mirar hacia Italia. No queremos que haya ni un solo resquicio para que en España ocurra un hecho como el de Italia. Hay que ser riguroso y duro porque este partido ha venido acompañado de una polémica entre personas o directivas y no entre aficiones", declaró ayer Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte.

La policía, por otro lado, está cerca de detener al responsable de la agresión. Está indentificado y, al parecer, las fuerzas de seguridad fueron ayer a detenerle a su domicilio pero no se encontraba allí. Castaño adelantó que el Betis se presentará como acusación particular contra el responsable de la agresión.